¿Cómo se diagnostica el desprendimiento de la retina?

Desprendimiento de Retina: Un Diagnóstico Oportuno para Preservar la Visión

El desprendimiento de retina es una afección ocular grave que ocurre cuando la retina, la capa sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo, se separa de las capas subyacentes que la nutren. Esta separación impide el correcto funcionamiento de la retina, lo que puede provocar una pérdida de visión parcial o total si no se trata rápidamente. El diagnóstico temprano y preciso del desprendimiento de retina es fundamental para preservar la vista. A continuación, exploraremos cómo se lleva a cabo este diagnóstico crucial.

La herramienta principal y más importante en el diagnóstico del desprendimiento de retina es la oftalmoscopia. Este procedimiento, realizado por un oftalmólogo, permite visualizar el fondo del ojo y la retina a través de una pupila dilatada. Utilizando un oftalmoscopio, el médico puede examinar la retina en busca de signos reveladores de desprendimiento, como:

• Retina elevada: La retina separada del epitelio pigmentario se verá como una estructura ondulante o elevada dentro del ojo.
• Pliegues en la retina: A medida que la retina se separa, puede arrugarse o plegarse.
• Hemorragias vítreas: El desprendimiento puede causar la ruptura de vasos sanguíneos, resultando en sangrado dentro del vítreo, el gel transparente que llena el ojo.
• Agujeros o desgarros retinianos: En el caso de desprendimientos regmatógenos (causados por un agujero o desgarro), el oftalmólogo buscará estas lesiones en la retina.

En algunos casos, la visibilidad puede estar limitada, por ejemplo, debido a cataratas densas, hemorragias vítreas significativas o pupilas que no se dilatan adecuadamente. En estas situaciones, la ecografía ocular se convierte en una herramienta diagnóstica invaluable. La ecografía utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen del interior del ojo. Permite al oftalmólogo confirmar la presencia de un desprendimiento de retina, incluso cuando la visualización directa es difícil. Además, la ecografía ocular es útil para:

• Clasificar el tipo de desprendimiento: La ecografía puede ayudar a determinar si el desprendimiento es regmatógeno (causado por un agujero o desgarro), traccional (causado por tejido cicatricial que tira de la retina) o exudativo (causado por la acumulación de líquido debajo de la retina).
• Evaluar la extensión del desprendimiento: La ecografía permite determinar cuánto de la retina se ha desprendido.
• Identificar otras posibles complicaciones: La ecografía puede revelar la presencia de otras afecciones asociadas, como hemorragias o desgarros coroides.

Es importante enfatizar que la intervención inmediata es vital si el desprendimiento de retina es regmatógeno agudo y está comprometiendo la visión central (la mácula, la parte de la retina responsable de la visión nítida y detallada). Un desprendimiento que involucra la mácula requiere atención urgente para intentar restaurar la visión central. La demora en el tratamiento puede resultar en una pérdida de visión permanente.

En resumen, el diagnóstico del desprendimiento de retina se basa principalmente en la oftalmoscopia. Cuando la visualización es limitada, la ecografía ocular es una herramienta esencial para confirmar el diagnóstico y clasificar el tipo de desprendimiento. La rapidez en el diagnóstico y el tratamiento, especialmente en los casos agudos que afectan la visión central, son cruciales para preservar la vista y prevenir la ceguera. Si experimenta síntomas como destellos de luz, moscas volantes, visión borrosa o una sombra que aparece en su campo visual, busque atención oftalmológica inmediata. No se demore, su visión podría depender de ello.