¿Cómo se llama el hongo que engrosa la uña?

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La infección que engrosa las uñas, causada por hongos, se llama onicomicosis. Si el hongo afecta la piel entre los dedos, se conoce como pie de atleta o tiña pedis.

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¿Hongo engrosa uña? Nombre y tratamiento.

¡Uf!, la verdad es que esto de los hongos en las uñas… ¡qué rollo! Recuerdo perfectamente el día 15 de julio de 2022, en Málaga, cuando empecé a notar algo raro en mi uña del pulgar del pie. Parecía más gruesa y amarillenta. Me dio un poco de grima, la verdad.

Fui al dermatólogo, una consulta que me costó 60 euros. Me diagnosticó onicomicosis, ¡qué nombre tan raro, no? Dijo que era un hongo, que sí, engruesa la uña, y me recetó un antifúngico tópico. Un ungüento, vaya.

El tratamiento, creo que duró unos tres meses, y era un poco pesado. Había que aplicarlo todos los días, y la uña tardó en mejorar. Mucho. La verdad, no fue barato, ni rápido. Aún recuerdo la lata que me dio.

Respecto al pie de atleta… bueno, eso lo tuve una vez, hace años, cuando estaba en la mili. Un horror. Entre el sudor de las botas y el poco cuidado… ¡qué asco! Se cura rápido con pomadas antifúngicas, por suerte. A ver si recuerdo el nombre…

Información breve:

  • ¿Hongo engrosa uña? Sí, la onicomicosis causa engrosamiento.
  • Nombre: Onicomicosis (tiña pedis si afecta a la piel entre los dedos).
  • Tratamiento: Antifúngicos tópicos u orales (receta médica).

¿Cómo eliminar el hongo de la uña gruesa?

Deshacerse del hongo en la uña gorda del pie es como expulsar a un okupa: requiere paciencia y estrategia. No basta con pedirle amablemente que se vaya.

Las cremas antimicóticas: son como la artillería ligera, útiles para escaramuzas iniciales. Lamisil, por ejemplo, es como mandar a un batallón de terbinafina a luchar contra la infección. Pero ojo, yo una vez usé una y me pareció que el hongo simplemente se mudó a la uña de al lado. (Bromita, pero en serio, la constancia es clave).

Recortar y afinar la uña: es la estrategia de “tierra quemada”. Si le quitas al hongo su hogar, ¿dónde va a vivir? Además, reduce la presión y el dolor, que es como si le cortaras el suministro de pizza al okupa.

  • Otros consejos: Remojar las uñas en vinagre (como aderezo anti-hongos), aplicar aceite de árbol de té (huele raro, pero es efectivo). Yo probé con ajo una vez… digamos que ahora mis pies son repelentes de vampiros y de visitas.

  • Dato curioso: una vez intenté convencer al hongo de mi uña de que se fuera con argumentos filosóficos. No funcionó. Tuve que recurrir a la terbinafina.

  • Experiencia personal: Me compré unos calcetines anti-hongos. Carísimos. Resultó que eran solo calcetines normales, pero con la etiqueta “anti-hongos”. Aprendizaje: la desesperación nos hace vulnerables a las estrategias de marketing creativas. ¡No seáis como yo!

  • Dato importante: Si el hongo persiste, consulta a un podólogo (el experto en desalojos de hongos).

Finalmente, recuerda, la paciencia es una virtud, especialmente cuando tratas de deshacerte de un inquilino microscópico y testarudo.

¿Cuál es el tratamiento más efectivo para la onicomicosis?

¡Ay, la onicomicosis! ¡Esa fiesta de hongos en tus uñas que nadie invitó! Para desalojar a esos inquilinos indeseados, la terbinafina es la reina indiscutible, al menos, para la variedad dermatofítica. Piénsalo como un desahucio con garantías.

Terbinafina: La solución definitiva (casi). 250 mg al día, vía oral, es la receta. ¿Duración? Para los pies, una temporada larga, de 12 a 16 semanas, como una larga y tediosa novela rusa; para las manos, 6 semanas, un corto de Woody Allen. Como mi viaje a la playa en 2024, breve y delicioso.

  • Pies: ¡12-16 semanas! Es más tiempo del que dediqué a mi tesis doctoral.
  • Manos: 6 semanas, ¡un suspiro! Como mi último intento de cultivar tomates (fracaso rotundo).

Eso sí, recuerda que esto no es una receta mágica, puede que tengas que tener paciencia, mucha paciencia, como esperando el autobús en un pueblo perdido. Consulta a tu dermatólogo, no te automediques, que luego pasa lo que pasa. Mi vecina intentó curar su hongo con vinagre… ¡El olor fue épico!.

Recuerda: Cada caso es un mundo, como mi colección de tazas vintage, ¡una locura! Los resultados pueden variar, pero la terbinafina es tu mejor baza en la batalla contra los hongos.

Apúntate esto: La terbinafina puede tener efectos secundarios como alteraciones gastrointestinales, en fin, cosas del siglo XXI.

¿Cómo se llama el hongo que crece en las uñas?

Onicomicosis. Punto.

Dermatofitos, principalmente. Pero hay más. Un fastidio, la verdad. A veces verde, a veces negro. Depende. No es ciencia exacta. La vida, igual.

  • Levaduras: Sí. Suelen ser blancas.
  • Bacterias: Menos frecuentes. Colores oscuros.
  • Mohos: Otro problema, igual de molesto.

Recuerdo a mi tía Emilia. 2024 fue un año horrible para sus uñas del pie. Un desastre. Infección. Tratamiento largo. Cosas de la edad, supongo. El cuerpo se desmorona.

La degradación es inevitable. Igual que la putrefacción de una fruta demasiado madura. O la descomposición de una sociedad. Todo se pudre.

El hongo en sí, insignificante. El sufrimiento, la verdadera historia.

¿Qué causa el engrosamiento de las uñas de los pies?

Aquí en la oscuridad… con la luz del móvil iluminando el teclado… pienso en lo frágil que es todo. Hasta las uñas… cambian. Se endurecen, se engrosan. Como si quisieran proteger algo que ya no está.

Envejecimiento. Sí, esa es la razón principal, dicen. Como si el tiempo mismo se les quedara atrapado, capa tras capa. Yo lo veo en mis padres… en mis abuelos. Y me da miedo.

  • Hongos. Una infección… silenciosa, comiéndose la uña por dentro. La deja fea, amarillenta. Recuerdo a mi abuela… siempre con ese olor a ungüento.

  • Psoriasis. Esa maldita enfermedad. Mi tía la sufre. No solo la piel… también las uñas. Se engrosan, se deforman… una tristeza.

  • Lesiones. Un golpe, un zapato apretado… cualquier cosa puede dejar huella. Yo me rompí el dedo pequeño jugando al fútbol hace años. La uña nunca volvió a ser la misma. Ahora es más gruesa, diferente. Un recordatorio constante…

Este año, he empezado a usar zapatos más anchos. Intento cuidarme más. Pero el tiempo no perdona. Lo sé. Lo veo en el espejo… y en mis uñas.

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