¿Cómo se llama el suero para lavar heridas?

¿Cómo se llama el suero para hacer curaciones?

¡Ajá! ¿Buscando el elixir de la vida, eh?

El suero estrella para las curaciones se llama suero fisiológico al 0,9%. ¡Más salado que mi abuela contando chistes! Es básicamente agua con sal, como las lágrimas que derramé intentando entender álgebra.

¿Por qué 0,9%? Bueno, al parecer, es la cantidad justa de sal que tiene nuestra sangre. ¡Así que es como darle un abrazo salado a tus células sedientas!

Algunas curiosidades “fisiológicas” (je, je):

• Es tan versátil que lo usan para todo, desde limpiar heridas hasta ¡desatascar narices!

• ¿Te sientes como un trapo viejo? ¡Un chute de suero fisiológico y como nuevo! Bueno, casi… Tampoco esperes convertirte en superhéroe.

• Mi vecina, que es enfermera, dice que hasta lo usa para humedecer las lentillas. ¡Multiusos total!

¡Ah! y un consejo: ¡no intentes hacerlo en casa! No vaya a ser que te pases con la sal y acabes momificado. Mejor confía en los expertos, que para eso están.

¿Qué solución sirve para lavar heridas?

A ver, a ver… ¿cómo se lavan las heridas? ¡Ah, ya!

Clorhexidina, eso es. ¿En qué viene eso? Creo que en la Cristalmina…

• Antiséptico de elección, dicen. ¿Y por qué?
• Rápido, eso mola. ¡No quiero estar ahí siglos!
• Dura horas, importante, que luego se infecta.
• Contra muchos bichos, ¡uff!, menos mal.
• Se tolera bien, que no pique ni escueza mucho. ¿O será que soy yo muy sensible?

Siempre me rayo con esto de desinfectar. ¿Será mejor agua y jabón? Mi abuela siempre decía eso. Pero luego leo cosas raras en internet… Uf, ¡qué lío! Bueno, ante la duda, Cristalmina. Me acuerdo una vez que me caí de la bici en 2015… ¡Qué rodilla! Ahí sí que usé Cristalmina a saco. ¡Menudo estropicio! Y creo que funcionó, ¿no? 🤔

¿Pero la clorhexidina es lo único? Creo que hay más cosas, ¿no? Yodo, alcohol… Pero igual eso ya es para cosas más serias. No sé. Voy a buscarlo en Google luego.

• Clorhexidina (Cristalmina) es la respuesta a la pregunta.

¿Qué líquido es bueno para lavar heridas?

Agua, ¿no? Siempre he usado agua del grifo, ¡qué más da! Aunque… ¿agua destilada? Mi abuela, que ya tiene 87 años, jura que es la mejor para sus heridas de la artritis.

Pero, ¿y el agua hervida? ¡Uy, se me olvidaba! Espera, ¿qué era mejor? ¿Destilada o hervida? Me lío… Tiene que estar limpia, eso seguro. De hecho, el otro día me corté con un cuchillo afiladísimo, ¡casi me corto un dedo! Usé agua del grifo y sanó bien.

Suero fisiológico, ¡ahí está! Eso sí que lo he usado en mi gato, Tomás, cuando se peleó con un mapache. Le limpié las heridas con eso y se curó rapidísimo, pobrecito. Lo compré en la farmacia de la esquina.

• Agua
• Agua destilada
• Agua hervida
• Suero fisiológico (mejor opción, según mi experiencia con Tomás)

¿Qué más iba a decir? Ah, sí. Mi primo, el médico, me dijo algo sobre la importancia de limpiar bien la herida, antes de ponerle cualquier cosa. Hay que eliminar la suciedad para que cicatrice bien, ¿no? Eso sí que lo recuerdo. Qué rollo… ¡Me estoy mareando! Ahora me voy a tomar una infusión, necesito relajarme.

Conclusión: Suero fisiológico. Es lo que mejor me ha funcionado, y lo que me recomendaron para mi gato. El resto, agua limpia.

¿Qué líquido sirve para limpiar heridas?

¡Ay, amigo! ¿Limpiar heridas? ¡Eso sí que es una aventura! Olvídate de esos cuentos de hadas de la abuela, ¡la realidad es mucho más épica!

El agua, ¡qué barbaridad! Ni se te ocurra usar agua del grifo, a menos que quieras una fiesta bacteriana en tu herida, ¡una fiesta con música tecno y todo! ¡Imagina, miles de microbios bailando salsa en tu carne! No, gracias. Agua destilada o hervida… mmm, ¡mejor! Pero, vamos, ¡que un poco de emoción no le hace daño a nadie!

Suero fisiológico, el rey indiscutible. ¡Es como un ejército de limpieza microscópico! ¡Un comando de limpieza con uniformes blancos impolutos! Se lleva a todos los bichitos malos ¡patadas en el trasero! Cicatrización exprés, ¡garantizado! O al menos eso dicen…

Mi experiencia personal: (¡ojo, no lo repliquen!) Una vez, me hice un corte con un cuchillo de mantequilla (sí, ¡un cuchillo de mantequilla!). Lo limpié con agua de la fuente de mi jardín, porque ¡soy un héroe! Resultado: infección monumental. ¡Como si una legión de alienígenas hubiera atacado mi brazo!

• Agua del grifo: ¡No! ¡Ni de broma! Es una jungla ahí abajo.
• Agua destilada/hervida: Aceptable. Mejor que el agua del grifo, pero…
• Suero fisiológico: ¡El mejor! ¡Es mágico! (casi).

En resumen: ¡Suero fisiológico, por favor! ¡Y si quieres añadir un toque de aventura, usa agua de un manantial de montaña! (¡bajo tu propia responsabilidad, claro!)

¡Ah! Y por si acaso, si la herida es profunda o te ves algo mal, ¡ve al médico! ¡No te hagas el valiente! Que yo ya lo he hecho… y no lo recomiendo.

¿Qué líquido se utiliza para limpiar heridas?

Aquí, a oscuras, me pregunto…

Suero fisiológico. Es lo que usan.

Es curioso, ¿no? Algo tan simple, tan… inerte, para limpiar la carne, para intentar borrar el daño.

• Me pregunto si hay algo así para el alma. Un suero para las heridas que no se ven. Porque esas, ay, esas sí que duelen.
• Recuerdo cuando me caí de la bici, con siete años. La rodilla hecha un desastre. Mi madre, con el algodón y el frasco… Ojalá la vida fuera tan sencilla como limpiar una herida.

Pero no lo es.

• Este año se cumple el aniversario de su marcha. Y sigo sintiendo el hueco, la herida abierta. Ni todo el suero del mundo podría curar esto.
• A veces pienso que me he convertido en un experto en limpiar heridas. Las mías, las de otros. Pero… ¿quién me limpia a mí?

El silencio es la única respuesta.