¿Cómo se llama la pérdida de sensibilidad en los pies?

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La pérdida de sensibilidad en los pies, técnicamente llamada neuropatía periférica, implica un daño nervioso que afecta principalmente extremidades inferiores, aunque puede extenderse a las manos. Se manifiesta como entumecimiento, hormigueo o dolor, alterando la percepción sensorial y la movilidad en las áreas afectadas. Un diagnóstico preciso es crucial para el manejo adecuado.

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El Silencio de los Pies: Entendiendo la Neuropatía Periférica Podal

La sensación de caminar sobre algodón, de tener los pies dormidos que no se despiertan, o el inquietante hormigueo constante… estas experiencias, lejos de ser meros inconvenientes, pueden ser señales de una condición médica que requiere atención: la pérdida de sensibilidad en los pies, más correctamente conocida como neuropatía periférica podal.

Si bien el término “neuropatía periférica” engloba el daño nervioso en todo el cuerpo, cuando nos referimos específicamente a los pies, hablamos de neuropatía periférica podal. Este daño nervioso afecta la transmisión de señales entre los nervios periféricos y el cerebro, interrumpiendo la comunicación sensorial y provocando una variedad de síntomas que impactan significativamente la calidad de vida.

Más allá del simple entumecimiento y hormigueo, la neuropatía periférica podal puede manifestarse de formas diversas y con diferentes intensidades. Podemos encontrar:

  • Hipoestesia: Disminución de la sensibilidad al tacto, presión, temperatura o dolor.
  • Hiperestesia: Aumento de la sensibilidad, incluso al mínimo estímulo.
  • Parestesia: Sensaciones anormales como hormigueo, pinchazos, quemazón u otras sensaciones inusuales.
  • Dolor: Desde un leve malestar hasta un dolor intenso y crónico, a menudo descrito como ardor, punzadas o calambres.
  • Ataxia: Dificultad para coordinar los movimientos, lo que puede afectar el equilibrio y la marcha.

La gravedad de la neuropatía periférica podal puede variar considerablemente, desde síntomas leves y transitorios hasta una discapacidad significativa. Es fundamental entender que no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que puede estar indicando una patología subyacente.

Entre las posibles causas se encuentran:

  • Diabetes: Una de las causas más comunes, debido al daño que los altos niveles de glucosa en sangre provocan en los nervios.
  • Alcoholismo: El consumo excesivo de alcohol puede dañar los nervios periféricos.
  • Deficiencias vitamínicas: Especialmente de vitaminas B1, B6 y B12.
  • Enfermedades autoinmunes: Como la artritis reumatoide o el lupus.
  • Infecciones: Algunas infecciones virales o bacterianas pueden causar daño nervioso.
  • Efectos secundarios de medicamentos: Ciertos medicamentos pueden tener la neuropatía periférica como efecto adverso.
  • Traumatismos: Lesiones en los pies o piernas.

El diagnóstico de la neuropatía periférica podal implica una evaluación completa del historial médico del paciente, un examen neurológico que evalúa la sensibilidad, los reflejos y la fuerza muscular, y estudios complementarios como electromiografía y estudios de conducción nerviosa. Un diagnóstico preciso es crucial para identificar la causa subyacente y planificar el tratamiento adecuado, que puede incluir el manejo de la enfermedad subyacente, medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, fisioterapia y cambios en el estilo de vida.

Si experimentas pérdida de sensibilidad en los pies, no ignores las señales. Consulta a tu médico para una evaluación completa y un diagnóstico preciso. Un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones y mejorar significativamente tu calidad de vida.