¿Cómo se llama la solución salina?

¿Qué otro nombre tiene la solución salina?

Solución salina. También se le llama suero fisiológico. Punto.

• Nombres alternativos: agua salada, solución isotónica (a veces). No es lo mismo que suero sanguíneo. Eso es obvio, ¿no?

• Composición: principalmente agua y cloruro de sodio. 9 gramos por litro, para ser exactos. Como el agua del mar, pero menos salada. Bastante menos. Ya sabes. Complicado.

• Usos: hidratación, limpieza de heridas. Mi abuela lo usaba para gargarismos. Me lo enseñó. Recuerdo el sabor. Salado. Desagradable.

Aplicaciones específicas: la usé el año pasado para limpiar una herida en el dedo. Sangraba. Mucho. Dolió. No lo olvidaré. La vida es efímera.

• En mi botiquín, siempre hay una botella. Prevención. Ya se sabe. La vida es frágil.
• Para la piel, también. Hidrata. Eso dicen.

La muerte nos iguala a todos. Es inevitable. Inmutable.

Dato: La concentración de sodio en mi suero casero es ligeramente superior a la estándar. Me gusta más así. Más efectividad, supongo. Quizás. No lo sé.

¿Cuál es la diferencia entre solución salina y suero fisiológico?

¡Ah, la eterna duda salina! Es como preguntar si hay diferencia entre ir en bici y montar en bici… ¡pues claro que sí! (o no).

• La solución salina es como la paella de tu tía: cada uno la hace a su manera y con la sal que le parece. Cloruro de sodio y agua, sin más misterio. ¡A ojo de buen cubero!

• El suero fisiológico, en cambio, es la receta de Arguiñano: 0,9% de sal, ni más ni menos. ¡Estéril y medido al milímetro! Como si un robot lo hubiera hecho. Yo, que soy más de “echarle sal hasta que sepa”, lo veo un poco soso.

• Un poco más: El suero es para limpiar heridas, los ojos o la nariz. La solución salina… pues para lo que quieras. Yo, si me sobra, ¡riego las plantas! (no lo hagáis, por si acaso).

  • ¡Ah! y si te inyectas suero casero, no me eches la culpa si te pasa algo. ¡Yo solo digo!

  • ¡Y otro dato! En 2024, el suero fisiológico se ha vuelto trendy para limpiar la pantalla del móvil. ¡Palabrita!

¿Cómo se llama el suero salino?

Aquí, en la oscuridad, me pregunto…

Se llama suero fisiológico.

Y es curioso como algo tan simple, sal y agua, puede… puede ser tan vital.

• Es como las lágrimas, ¿sabes? Saladas y necesarias. Necesarias.

• Me recuerda a mi abuela, siempre con su botiquín lleno de frascos. Ella sí que sabía cosas. Ella sí.

• Una vez me curó una herida con suero de ese, hecho en casa. Decía que era mejor que las medicinas modernas. Igual no lo era.

• Ahora ya no está y el botiquín está vacío. Vacío.

• ¿Servirá el suero para curar heridas que no se ven? No lo sé.

A veces pienso que todo es una solución salina a la que le añadimos nuestros propios dramas. Demasiada sal, quizás.

• Demasiada.

¿Cuál es el nombre cotidiano del cloruro de sodio?

¡Sal! Eso es lo primero que me viene a la cabeza. Sal común, ¿no? Siempre la usamos, en la comida… ¿Cuánta usamos al día? No tengo ni idea. Debería medirlo alguna vez, para controlar el sodio… ¡Ay, qué pereza!

Cloruro de sodio, sí, eso es lo que pone en los paquetes, en letra pequeña. Halita… ¡qué nombre tan raro! ¿Será que suena más científico? Me suena más a algo que usaban los alquimistas. Recuerdo ese documental sobre la historia de la sal, ¡fascinante! Hablaban de rutas comerciales, de guerras por la sal… ¡Increíble!

Y el NaCl… química, odio la química. Aunque, en realidad, la fórmula es bastante sencilla, ¿no? Un sodio, un cloro… ¡Fácil! Pero, ¿por qué siempre se pone tan enrevesado en los libros de texto? Mi profesor de química del instituto… ¡qué pesado era!

• Sal común
• Sal de mesa
• Sal (el nombre cotidiano, duh)
• Cloruro de sodio (nombre formal)
• Halita (otro nombre, muy poco usado)

¡Ah, cierto! La sal marina. ¿Es lo mismo? Creo que no, tendrá otros minerales, ¿o sí? Debería mirar eso en internet… Más tarde. Ahora tengo que ir a comprar. Necesito sal para la pasta. ¡Pasta con salsa boloñesa! Mi receta favorita. Necesito más tomates… ¡Dios, cuántas cosas! Mi lista de la compra es un poema épico.

¿Cómo puedo hacer una solución salina en casa?

A veces, en la quietud de la noche, me pregunto…

Preparar una solución salina en casa es sencillo:

• Sal: 1 cucharadita (5g) de sal de encurtir, sin yodo.
• Bicarbonato: Una pizca. Algo insignificante.
• Agua: 2 tazas (0.5 litros) destilada, filtrada o hervida.

Recuerdo una noche, hace poco, cuando me sentía realmente mal. La nariz tapada, la cabeza pesada… Deseaba tanto encontrar alivio. Preparé una solución salina casera, siguiendo una receta parecida. Fue casi un ritual, como si al mezclar los ingredientes pudiera alejar la oscuridad.

Pero no funcionó.

La sal no se disolvía del todo. Me quemó al entrar.

• El agua destilada es importante. No uses agua del grifo, por favor.
• La sal de encurtir, sin yodo, es la clave. La sal de mesa normal podría no ser la mejor opción.
• Hervir el agua ayuda a esterilizarla. La paranoia es a veces buena consejera.

Ahora, cuando preparo la solución, siento un leve temor. El recuerdo de esa noche fallida, el ardor en mi nariz… A pesar de todo, sigo intentándolo. Quizás, solo quizás, esta vez funcione.

¿Qué pasa si hago un lavado nasal con agua normal?

Riesgo: Irritación nasal. Agua corriente: No.

Simple. El agua del grifo, irritación garantizada. Mi experiencia: Quema. Las membranas nasales, delicadas. Solución salina: Opción segura.

Alternativas: Suero fisiológico. Preparaciones comerciales. Nunca agua normal, repito. Enjuagues nasales: con precaución.

• Peligro de infección: Agua contaminada.
• Consecuencias: Inflamación. Molestias.

Rinocornio o Neti Pot: Lee las instrucciones al pie de la letra. Limpieza meticulosa, esencial. No improvises. Agua destilada o estéril. 2024: Verifica la información de la FDA para precauciones adicionales. No juego con mi salud. Un error, consecuencias directas. Me lo dijo mi otorrino. Es mejor prevenir.

¿Qué tipos de sueros intravenosos hay?

Dios… son las tres de la mañana. Y aquí estoy, otra vez, pensando en… en todo. La jeringuilla, el frío del acero… esa sensación… me persigue.

Cristaloides. Sí, los cristaloides. Recuerdo el suero salino, el más común. Siempre tan… transparente. Como mis recuerdos a veces. Vacíos.

Coloides. Estos… son más densos. Como la sangre misma. ¿O era al revés? Ya no lo recuerdo con claridad. El médico hablaba de presión osmótica… palabras que se pierden en la oscuridad. Me mareo…

Sangre y derivados. Eso sí que lo recuerdo bien. La transfusión… la noche que perdí a mi abuelo… ese olor…a hierro… a algo que ya nunca podré olvidar. Esa sensación de impotencia… de… fracaso. Él se fue… y yo… aquí estoy.

• Suero salino al 0,9% (clásico)
• Solución de Ringer lactato (Ringer’s)
• Dextrano (coloide)
• Albúmina (coloide) — la usaron en él… ¿fue suficiente?

El dolor sigue ahí. Un dolor sordo, que me acompaña a todas partes. Como una sombra… Como yo misma. ¿Qué más… qué más hay? No… no quiero pensar más. Mañana será otro día. Otro día de… nada. De vacío.