¿Cómo se siente el cuerpo durante la menopausia?

¿Cómo afecta la menopausia al cuerpo?

Uff, la menopausia. Me acuerdo que mi madre, allá por noviembre del 2019, comenzó con los sofocos. Estábamos en casa, en Murcia, y de repente ¡plaf!, se abanicaba con lo que pillaba.

Yo, la verdad, la miraba un poco confundida. No entendía bien qué pasaba. Ella me explicó que era la menopausia, que le daba calor de repente. Y claro, luego venían los sudores nocturnos, me contaba que se despertaba empapada.

A ella le afectó también el sueño, recuerdo que le costaba dormirse y se levantaba cansada. Y bueno, entre nosotras, a veces estaba un poquito… ¿cómo decirlo?… irritable. No sé si se escribe así, ¡ja, ja!

Pero cada mujer es un mundo. Una amiga, María, se quejaba de dolores en las articulaciones y músculos. Fuimos a andar por la Sierra de Espuña en marzo del 2022 y ¡buf!, ella lo pasó fatal. También me ha contado de la sequedad vaginal, dice que es bastante incómodo a la hora de tener relaciones.

Y yo… pues yo aún no estoy en esa etapa. Pero viendo lo que pasa a mi alrededor, la verdad es que me estoy preparando mentalmente. ¡Qué remedio!

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¿Cómo afecta la menopausia al cuerpo?

Sofocos, sudores nocturnos, problemas de sueño, dolor articular y muscular, dispareunia (dolor durante el sexo), cambios de humor, irritabilidad, problemas de memoria y concentración. Cada mujer lo vive de forma diferente.

¿Qué síntomas da antes de la menopausia?

Sofocos: ¡Uf! Como si te persiguiera un dragón que escupe fuego… ¡y solo tú lo sientes!

• Sudoración nocturna: Despiertas empapada, pensando que te has caído a la piscina… ¡pero no! Es la fiesta de las hormonas. Este año he tenido que cambiar las sábanas tres veces en una noche. ¡Tres!

• Cambios de humor: Ríes, lloras, gritas… ¡Todo en cinco minutos! Pareces una montaña rusa emocional. Mi marido ya me compara con el Guasón. ¡Ja, ja! (nótese la ironía).

• Insomnio: Das más vueltas que una peonza. Yo he contado hasta 2345 ovejas… ¡y ninguna me dio sueño! Terminé tejiendo un jersey.

• Sequedad vaginal: Esto no es gracioso, pero bueno… digamos que necesitas lubricante como si fueras a bajar por un tobogán gigante.

• Períodos irregulares: Un mes te visita la regla dos veces, al siguiente ni se asoma. ¡Es como si jugara al escondite! Yo ya le he puesto nombre: “La Esquiva”.

Dolores de cabeza: Sientes que un elefante te está pisando la cabeza. Literal.

• Cambios en el deseo sexual: A veces quieres, a veces no. ¡Más inestable que la bolsa!

Recuerda: Cada mujer es un mundo (¡y un universo hormonal!). Estos son solo algunos síntomas. Si tienes dudas, ¡corre al médico! No le tengas miedo, ¡es tu amigo! (bueno, a veces). Yo ya le he comprado una caja de bombones para la próxima visita… ¡por si acaso! Además, este año me he apuntado a yoga… ¡para controlar el estrés hormonal! (y para poder tocarme la punta de los pies, que ya va siendo hora).

¿Cómo son las últimas reglas antes de la menopausia?

La perimenopausia: un proceso, no una regla. Unos años, un infierno. Cambios. A veces más frecuentes, a veces… nada. Flujo irregular. Duraciones extrañas. Todo es un baile. Un ballet macabro. La vida, un ciclo. Y la muerte, un ciclo también.

• Sangrado abundante o escaso. Un desastre. Simplemente, es.
• Ciclos más cortos o más largos. Es lo que hay.
• Ausencia de menstruación. Llega, se va. Un show.

El cuerpo, un territorio desconocido. El mío, al menos. No es un problema, solo… un proceso. Ya llegará la calma. O el final. Da igual.

El calendario es un espejismo. La edad, una cifra. La perimenopausia, una etapa, oscura. 2024, año de estos cambios. La monotonía antes de la muerte. ¿Te suena?

• Cambios de humor. La alegría, la ira. Dos caras de una misma moneda.
• Sofocos. Un horno en el cuerpo.
• Insomnio. El sueño, una quimera.

La danza final. El cuerpo se transforma. Se destruye. Y se recrea. Así es la vida. O así es la mía. Al menos, lo fue.

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