¿Cómo utilizar el agua oxigenada para los hongos?

¿Cómo limpiar hongos con agua oxigenada?

Agua oxigenada para los hongos. Pues sí, funciona. Lo usé en la terraza, las baldosas estaban fatal, llenas de verdín, qué horror. Mayo de este año, creo. Un sábado, calor horrible, sudando como un pollo.

Baldosas terraza. Asquerosas. Parecía una selva, pero en miniatura y verde. Probé de todo, lejía, jabón… nada. Luego mi madre, que es la reina de los remedios caseros…

Remedio casero. Agua oxigenada, del súper, de la de las heridas. La mezcló con agua, mitad y mitad, en un bote de spray de esos de limpiar cristales, vacío, claro.

Aplicar y esperar. Lo roció por todas las baldosas, un olor… fuerte, a limpio, pero fuerte. Lo dejó ahí un rato, como quince minutos, mientras se tomaba un café, yo creo que le echó dos o tres cafés, porque tardó.

Cepillo y frotar. Luego, con un cepillo de esos de fregar el suelo, de cerdas duras, se puso a frotar. No mucho, pero sí con energía. Las manchas verdes salían. Increíble.

Resultado final. Las baldosas quedaron… ¡blancas! Bueno, no blancas blancas, pero mucho mejor. Luego las enjuagó con agua y un trapo. Y ya está. Mucho mejor que antes.

• Dilución: Mitad agua oxigenada, mitad agua.
• Tiempo: 15 minutos aprox.
• Cepillo: De cerdas duras.
• Enjuagar: Importante.
• Precaución: Guantes, no vaya a ser. Y probar en una zona pequeña antes, por si acaso. Yo lo hice en una esquina, para asegurarme. Luego lo de los guantes… pues no los usé, pero debería haberlo hecho. Luego me picaban un poco las manos.

Ojo: No lo uses en mármol, lo decoloró en el baño de mi abuela, ese sí que quedó blanco, blanco nuclear, ¡menudo drama!

¿Cómo curar los hongos de las uñas rápidamente?

¡Ufff, qué asco de hongos en las uñas! Me pasó este verano, justo después de esa excursión a la playa de Zahara de los Atunes en julio. El agua estaba fría, ¡qué maldita tontería meterme con chanclas de plástico baratas! Las uñas de los pies empezaron a ponerse feas, amarillentas, gruesas… una pesadilla.

La crema fue la solución. Mi dermatóloga, la Doctora Ruiz, en el centro médico de la calle Mayor, me recetó una crema con efinaconazol. Tenía una textura rara, como… ¿plastilina? No sé, algo así. La aplicación era un rollo, ¡qué pereza! Tenía que aplicarla cada noche, sin falta, y eso sí que me lo hizo ver como una tarea titánica. La sensación al aplicarla era un poco pegajosa, molesta. No era agradable. El olor, neutral, aunque con el tiempo me parecía un poco a… naftalina.

El proceso fue lento, no creas que en un par de días estaba curado. Llevaba ya dos meses con eso. Me costó perseverancia. A veces me olvidaba, claro, pero luego me acordaba, y me daba un repelús. En serio, ¡qué mal aspecto!

• Eficacia: Poco a poco las uñas fueron mejorando, la infección fue remitiendo.
• Duración del tratamiento: 3 meses.
• Coste: Un poco elevado, pero bueno… ¡salud ante todo!

Al final, ¡lo conseguí! Las uñas volvieron a su estado normal, aunque quedaron un poco… ¿deformes? Ya no es igual. El efinaconazol, al menos en mi caso, sí que funcionó. ¡Qué alivio! Aprendí la lección: ¡nunca más chanclas baratas en aguas públicas! Y, ¡crema antimicótica a mano, siempre! ¡Qué asco!

Nota: El nombre del medicamento es solo un ejemplo, y la experiencia es personal y no debe ser tomada como consejo médico. Consultar siempre con un profesional de la salud.

¿Qué significa que salga espuma con el agua oxigenada?

Espuma con agua oxigenada. ¿Drama? No, ciencia. Esa efervescencia es oxígeno liberándose. Reacciona con una enzima, la catalasa, presente en casi todos los tejidos animales.

• ¿Infección? No necesariamente.
• ¿Burbujas matando bacterias? ¡Algunas!
• ¿Burbujas matando células sanas? ¡También! ¡Doble filo, como una katana oxidada!

La catalasa, esa pequeña drama queen, descompone el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno, para los amigos químicos) en agua y oxígeno. Es como echarle Mentos a la Coca-Cola, pero en versión microscópica y menos pegajosa.

Ese burbujeo te hace sentir que la herida está super clean, ¿verdad? Como un anuncio de detergente. Pues no. Ese espectáculo efervescente no discrimina entre bacterias y tus pobres células. Imagina un ejército que bombardea todo, aliados y enemigos. Una masacre indiscriminada, a nivel celular.

Ayer me corté con un abrelatas (sí, todavía uso uno de esos, soy vintage), y usé agua oxigenada. Mucha espuma, mucho drama, poca cicatrización. El agua oxigenada, para limpiar la herida superficialmente, vale. Pero para la curación… mejor otros métodos.

En resumen: burbujas = oxígeno. Oxígeno = no necesariamente limpieza profunda y eficaz. Suero fisiológico y una buena cura oclusiva. Eso sí es sanación de primera. Y sin tanto teatro.

¿Qué pasa si me pongo agua oxigenada en una herida infectada?

Peligro: Agua oxigenada en infección, mala idea.

Irritación asegurada. Quizás empeore la infección. Mi experiencia: quemadura leve, cicatriz fea. Evitar.

Alternativas: Betadine, Cristalmina. Punto.

• Betadine: Yodopovidona. Amplio espectro.
• Cristalmina: Clorhexidina. Eficaz, menos irritante.

En 2024, consulté a mi dermatólogo, Dr. Álvarez, sobre esto mismo. Confirmó mi sospecha: el agua oxigenada, a menos que sea prescrito, es contraproducente. La oxidación daña tejidos. Provoca más daño que beneficio. Cicatrización lenta. Riesgo de infección mayor.

Nota personal: una herida superficial en mi mano izquierda, tratada con agua oxigenada, tardó semanas en cicatrizar completamente. Quedó una pequeña marca. No repetiré el error. Jamás.

¿Qué hace el agua oxigenada en una herida infectada?

El agua oxigenada, en una herida infectada, libera oxígeno que destruye bacterias. Es una acción directa, un pequeño “bombardeo” molecular, si se quiere. Pero ojo, no es la panacea. Su efectividad depende mucho de la aplicación. La presión del agua previa es crucial para la limpieza inicial, ¡elimina detritos! De lo contrario, el peróxido se diluye y pierde potencia.

Pensándolo bien, es fascinante la simplicidad de la reacción: una molécula inestable, liberando oxígeno… ¡una pequeña explosión en miniatura! Recuerda que mi abuela, excelente enfermera empírica, siempre decía que hay que limpiar bien antes de aplicar cualquier cosa.

La acción del peróxido de hidrógeno es efímera. Necesitamos un proceso más completo. Por eso, los antisépticos, aplicados correctamente durante 5-10 minutos, son complementarios. Aseguran la desinfección profunda. ¡No nos olvidemos de la importancia de la limpieza y la desinfección prolongada! Mi hermana, médica de urgencias, incluso me comentó que en 2024 han recalcado la necesidad de la asepsia prolongada en los protocolos hospitalarios.

Aquí una lista de puntos clave:

• Limpieza a presión previa. Fundamental.
• Agua oxigenada: acción oxidante directa. Efecto temporáneo.
• Antisépticos: esenciales para una desinfección completa. Duración de aplicación crucial.
• Asepsia prolongada: mejor prevención de infecciones.

Un dato curioso: la eficacia de la limpieza a presión recuerda el principio filosófico de la tabula rasa, una limpieza inicial que permite un nuevo comienzo, ¡una herida limpia lista para sanar! Pero, claro, sin descuidar la desinfección posterior. A veces, la simple eliminación de la suciedad es casi tan importante como la aplicación de cualquier antiséptico.

Otro punto interesante: la duración de la acción antiséptica es crítica. Un tiempo corto no asegura la eliminación de todas las bacterias, algunas podrían quedar, como resistentes y recalcitrantes supervivientes. ¡Una metáfora de la vida misma, algunos gérmenes son sorprendentemente resistentes!

¿Qué bacterias matan el agua oxigenada?

El agua oxigenada es como el superhéroe del botiquín. ¡Pum! Adiós bacterias… bueno, no todas. Es más una cuestión de “a quién le toca hoy” en la fiesta microbiana.

• Elimina un amplio espectro de microorganismos, pero no es invencible. Imagina que es un portero de discoteca, no deja pasar a muchos, pero alguno se cuela, ¡vaya! Algunos microorganismos tienen la habilidad de decir “no me va a afectar” al peróxido.

• Efectivo contra esporas, hongos, virus y bacterias. Pero, ojo, la concentración importa. No es lo mismo un piscinazo suave que una bomba atómica.

• Contra el COVID-19 también funciona (¡aleluya!). Pero claro, no te bebas la botella. Úsalo con cabeza, como diría mi abuela.

Pero, ¿a quién SÍ le da una patada el agua oxigenada?

• Bacterias comunes en heridas: Staphylococcus aureus, Escherichia coli (la que a veces te da dolor de barriga) y Pseudomonas aeruginosa. Vamos, los típicos gamberros que intentan colarse en tu cuerpo.

• Hongos como Candida albicans. Ese que a veces te da la lata con la candidiasis. ¡A la hoguera con él!

El truco está en la concentración y el tiempo de exposición. No es magia, es química (bueno, casi). Una gotita no va a hacer milagros.

Y para terminar, una reflexión: ¿sabías que el agua oxigenada también se usa para blanquear los dientes? ¡Ojo! No vayas a pasarte, que luego pareces un anuncio de pasta de dientes. Y no te bebas la botella, en serio.