¿Cuáles son las 10 enfermedades de las uñas?
Las uñas pueden presentar diversos problemas, reflejando a veces enfermedades sistémicas. Entre ellos, destacan las estrías, uñas frágiles, onicólisis (separación de capas), coloración amarillenta, onicocriptosis (uñas encarnadas), onicomicosis (hongos), microtraumatismos, y leuconiquia (manchas blancas). Su análisis puede ayudar en el diagnóstico.
Diez Señales de Alarma en Tus Uñas: Más que un Problema Estético
Nuestras uñas, a menudo subestimadas, actúan como pequeños espejos reflejando la salud de nuestro organismo. Más allá de su función estética, sus alteraciones pueden indicar la presencia de diversas enfermedades, algunas de ellas graves. Si observas cambios significativos en tus uñas, no los ignores: consulta a un profesional de la salud.
A continuación, exploramos diez alteraciones comunes de las uñas, sus posibles causas y la importancia de una atención médica adecuada:
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Estrías de Beau: Estas depresiones transversales en la lámina ungueal interrumpen el crecimiento normal de la uña. Pueden ser consecuencia de enfermedades sistémicas como la fiebre alta, infecciones graves, o desnutrición, pero también pueden aparecer tras traumas locales o exposición a ciertos químicos.
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Uñas Frágiles y Delgadas: La fragilidad ungueal, que se manifiesta con uñas que se rompen, descaman o se astillan con facilidad, puede estar relacionada con deficiencias nutricionales (como la falta de biotina o vitamina B12), el uso excesivo de detergentes o la exposición prolongada a la humedad. El hipotiroidismo también puede contribuir a este problema.
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Onicólisis (Separación de la Lámina Ungueal): Esta afección se caracteriza por la separación de la lámina ungueal del lecho ungueal, comenzando a menudo por el borde libre de la uña. Sus causas son variadas, incluyendo psoriasis, infecciones fúngicas o bacterianas, reacciones alérgicas a productos químicos, o incluso traumas repetidos.
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Coloración Amarillenta: El amarilleamiento de las uñas puede indicar una infección fúngica (onicomicosis), pero también puede ser un síntoma de enfermedades pulmonares crónicas, diabetes o el uso prolongado de ciertos medicamentos como las tetraciclinas.
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Onicocriptosis (Uña Encarnada): Este doloroso problema se produce cuando el borde de la uña crece hacia dentro de la piel circundante, provocando inflamación, enrojecimiento e incluso infección. El calzado inadecuado, la mala higiene o la forma de la uña contribuyen a su aparición.
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Onikomicosis (Infección Fúngica): Las infecciones fúngicas son una causa muy común de alteraciones ungueales. Se manifiestan con engrosamiento, decoloración (amarillenta, blanquecina o verdosa), fragilidad y posible descamación.
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Microtraumatismos Repetidos: Los pequeños traumas constantes, como los sufridos por músicos o personas que trabajan con herramientas, pueden provocar engrosamiento, deformaciones e incluso desprendimiento de la uña.
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Leuconiquia (Manchas Blancas): La presencia de manchas blancas en las uñas, usualmente pequeñas y de forma puntual, se relaciona con frecuencia con pequeños traumatismos o deficiencias nutricionales, aunque en ocasiones puede asociarse a enfermedades más serias.
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Líneas de Muehrcke: Bandas blancas transversales que cruzan toda la uña, son a menudo un signo de hipoalbuminemia (baja concentración de albúmina en la sangre), que puede ser indicativa de enfermedad hepática o renal.
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Pterygium: Un pliegue cutáneo que se extiende desde la cutícula hacia la lámina ungueal, cubriendo una parte de la misma. Si bien puede ser congénito, también se asocia a la exposición a irritantes o traumas repetidos.
Recuerda que este artículo tiene fines informativos y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier cambio significativo en el aspecto de tus uñas, acude a un dermatólogo o médico general para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. La salud de tus uñas es un reflejo de tu salud general.
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