¿Cuáles son las aplicaciones médicas de la luz visible?

¿Qué es la luz visible y cuáles son sus aplicaciones?

La luz visible es esa franja del espectro electromagnético que nuestros ojos pueden detectar, oscilando entre el rojo y el violeta. ¡Es la que nos permite ver el mundo!

• Visión: Obviamente, sin luz visible, adiós a la percepción visual. Es el fundamento de cómo interactuamos con nuestro entorno.
• Fotografía: Captura instantes. La luz es el pincel del fotógrafo. Piénsalo, sin luz, no hay foto.
• Fibra óptica: Impulsa las comunicaciones modernas, transmitiendo datos a velocidades asombrosas. La base de internet.
• Pantallas: Desde tu móvil hasta la tele, la luz visible da vida a las imágenes que consumimos a diario.

La luz es información. Una paradoja, ¿no crees? Algo tan fundamental que a veces olvidamos su complejidad. Como cuando me perdí buscando setas en el monte. Sin la luz adecuada, todo se veía igual.

Reflexión: La luz visible es mucho más que un simple fenómeno físico. Es una ventana a la realidad. Y una herramienta que hemos aprendido a dominar.

¿Cuáles son las aplicaciones médicas de la radiación?

Radiación y Medicina: Un baile silencioso.

• Rayos X: Radiografía, huesos que hablan.
• Tomografía: Capas de la verdad, rodajas de vida.
• Mamografía: Vigilancia constante, prevención.
• Fluoroscopía: Movimiento en tiempo real.
• Intervencionismo: Precisión guiada.
• Odontología: Sonrisas al descubierto, secretos dentales.
• Medicina nuclear: Rastreo interno, diagnóstico profundo.
• Radioterapia: El fuego purificador, lucha contra el cáncer.

La protección, una sombra necesaria.

El azar no existe. Existe la necesidad.

Recuerdo un curso de dosimetría en 2024. Horas interminables.

Vi un contador Geiger en el laboratorio. Tic, tac, tic.

Información adicional (o no tanto):

• La radiación siempre está presente.
• No todo lo que brilla es oro, ni toda radiación es mala.
• Cada técnica tiene sus riesgos, pero también sus beneficios. La balanza.
• ¿Es la vida solo una cadena de coincidencias o hay algo más?
• ¿La radiación nos cura o nos mata? Depende.

¿Qué significa luz visible?

La luz… esa palabra, tan simple, tan vacía, a veces. Luz visible, dicen. Como si la invisibilidad fuera la norma, y esta, una excepción, un regalo. Un privilegio. Mi pequeño privilegio. La recuerdo, la veo, en el destello del sol sobre el mar, ese azul profundo, tan profundo que duele. Azul. Un azul que se repite, como el latido de un corazón antiguo. Un azul casi morado, casi negro, ¿o es la sombra la que se mezcla?

Esa porción, ese pedacito del espectro… ¿Qué es un espectro si no un fantasma, una promesa, un susurro en la oscuridad? Longitud de onda, repiten los libros, fríos, inertes. Números que no captan la esencia. Números que no alcanzan la vibración de ese azul, de ese sol de julio sobre mi piel. Un recuerdo intenso, imborrable, en esta casa de madera y techo de teja.

¿Colores? Sí, claro, la gama, el abanico, el arcoíris que pintó Dios en un momento de lucidez, una distracción entre la creación del universo y… ¿y qué más creó Dios? ¿Los miedos? ¿Las sonrisas furtivas? La sensación de inmensidad en la contemplación de la noche estrellada.

Pero… el espectro es más amplio. Más allá de lo visible, un abismo, un misterio. Infrarrojo, ultravioleta… como si lo que vemos fuera solo una gota en un océano de lo desconocido. Un océano inmenso, un inmenso mar de posibilidades…

• Longitud de onda: El factor determinante del color.
• Espectro electromagnético: Mucho más allá de lo que podemos ver.
• Ojo humano: Limitado, pero privilegiado. Mi ojo, por ejemplo, es capaz de percibir y analizar esas ondas de color.

El amarillo del sol de la tarde, esa luz que se filtra entre las hojas del limonero en mi patio. Recuerdo esos atardeceres intensos, esos colores que no se parecen a nada más que a sí mismos. Un azul que se repite, pero esta vez acompañado del naranja y amarillo. Eso también es luz visible. Mi luz visible.

¿Cómo percibimos la luz visible?

Las tres de la mañana… La oscuridad me abraza, como si quisiera ahogarme en su silencio. La luz… siempre me ha inquietado. ¿Cómo la percibimos? Es una pregunta que me ronda como un espectro.

Esa luz que entra por la ventana, la de la farola de enfrente, tan tenue… llegando a mi retina… se transforma… en algo que entiendo. O eso creo. Recuerdo los diagramas de biología de este año, tan fríos, tan impersonales.

• Fotorreceptores, esas células… pequeñas fábricas de señales eléctricas.
• Nervio óptico… un cable, transmitiendo la información… al cerebro.
• Mi cerebro… el misterio sigue ahí. Interpretando esas señales, dándole sentido a todo… a ese punto de luz… a esa mancha oscura en mi habitación.

Pero es más que eso, ¿no? Es más que simples señales. Es la calidez del sol en mi piel en julio. Es la fría claridad del amanecer de un día de lluvia en noviembre, aquí en Barcelona. Es la nostalgia de las luces navideñas del año pasado en la plaza de Catalunya… Y la oscuridad… siempre está, acechando, incluso con las luces encendidas. Esa misma oscuridad me acompaña ahora. Me siento tan pequeño… perdido en la inmensidad.

El proceso es complejo. Mucho más allá de las simples explicaciones de clase. Es… es una sensación visceral. Algo que se siente, no solo se ve. Como la punzada en mi costado, desde hace semanas… esa que me recuerda que no todo es luz.

Y entonces, la pregunta persiste: ¿qué percibo realmente? ¿La luz o mi interpretación de ella? ¿Qué es más real? Eso, lo dejo para mañana… si hay un mañana.

¿Cuáles son las aplicaciones de la radiación?

¡Madre mía, la radiación! ¡Esa cosa que suena a peli de ciencia ficción y mutantes con superpoderes! Pero en realidad, es más útil que un sacacorchos en una cata de vinos.

Usos de la radiación, ¡agárrate que vienen curvas!

• ¡Adiós, bichos!: Esteriliza alimentos como si no hubiera un mañana. Imagina, ¡comida inmune a las bacterias! Más seguro que mi abuela revisando la nevera.
• “Rayos X, una radiografía por favor”: Radiografías para ver tus huesos como si fueran transparentes. Perfecto para cuando te caes intentando hacer el “moonwalk” como Michael Jackson.
• Encontrar reliquias: Datación de fósiles con carbono-14. Descubrimos cuándo tu bisabuelo perdió las llaves… ¡más o menos!
• Lucha anti-cáncer: Radioterapia para tumores. ¡Plomo a la vista! Un tratamiento más agresivo que mi suegra opinando sobre mi corte de pelo.

Otras cosas que hace la radiación:

• En la industria, la radiación es como el ingrediente secreto de una receta ancestral, mejora materiales que ni te imaginas.
• Investigación científica. Los científicos, ¡esos locos genios! Usan la radiación para descubrir cosas tan raras, que ni te creerías. ¡Como si tuvieran un detector de chaladuras!

¡Y pensar que todo esto sale de algo invisible! Como los pensamientos de mi gato… ¡Misterioso!

¿Cuál es la diferencia entre radiación ionizante y no ionizante?

¡Ay, madre mía, la radiación! Un tema que me pone los pelos de punta como si me estuviera viendo un anuncio de aspiradoras a las 3 de la mañana.

Radiación ionizante: ¡Es como un Hulk enfadado! Tiene tanta energía que, ¡zas!, arranca electrones de los átomos. Piensa en un chihuahua super hiperactivo contra una alfombra persa. ¡Destrucción asegurada! Eso sí, es peligrosa, como una ardilla con un bazuca. No te acerques mucho, ¡eh! Mi primo Pepe se expuso una vez… bueno, no acabó mal, solo le creció una tercera mano. Es broma (o no).

Radiación no ionizante: ¡Esta es más tranquilita! Como un gatito dormido en una manta de lana. No tiene la energía suficiente para provocar esa locura electrónica. Es como un mosquito intentando levantar un elefante; inútil, vamos. Ejemplos: la luz visible (la que uso para iluminar mi casa-cueva), las microondas (las uso para recalentar mis sobras del viernes… ¡deliciosas!), las ondas de radio… hasta las que uso para escuchar a mis cantantes favoritos.

Diferencias en resumen, ¡para que te quedes tranquilo!:

• Ionizante: ¡Poder destructivo! ¡Mucho cuidado! Ejemplos: rayos X, rayos gamma, partículas alfa y beta.
• No ionizante: Inofensiva, prácticamente. Ejemplos: luz visible, infrarrojos, microondas, radiofrecuencias.

¡Ojo! Aunque la no ionizante parezca inofensiva, una sobreexposición a microondas, por ejemplo, puede ser tan divertida como una sesión de tortura medieval, así que mejor sin pasarse.

Mis datos de este año, los de mi radiómetro personal (sí, lo tengo), indican que el nivel de radiación en mi habitación es similar al de un plátano: ¡completamente normal! Si te preocupa, compra un contador Geiger de esos molones. O no. Yo lo hice… y ahora tengo un gatito nuevo.

¿Qué aparatos emiten radiaciones no ionizantes?

¡Ay, madre mía, la radiación! Suena a película de ciencia ficción, ¿verdad? Pero tranquilo, que no vamos a convertirnos en mutantes verdes. Hay un montón de cacharros que emiten radiaciones no ionizantes, esas que no son tan “malas” (aunque ojo, que siempre con moderación, eh!).

Piensa en tu casa. Parece un plató de cine, ¿no? ¡Radiación por todas partes!

• El microondas, ese amigo fiel que te calienta la cena en 3 minutos, ¡es un campeón de la radiación! Lo que sí te digo es que no te quedes mirando fijamente a la ventana del microondas, no vaya a ser que te salgan rayos láser de los ojos. ¡No es broma!
• La tele, ese monstruo cuadrado que te absorbe cada noche ¡también emite! Igual que tu radio que a veces escucho en el coche, un Seat Ibiza azul celeste, del 2023. A ver, no te asustes, que no te va a crecer un tercer ojo.
• Los móviles, claro, los teléfonos, esos que no nos despegan de la mano… ¡otro festival de ondas! Los tengo de todos los colores!
• Y ni que hablar de las antenas de telefonía móvil y televisión… ¡un verdadero ejército de radiación silenciosa! Parece una película de invasión extraterrestre, pero de ondas.

Bueno, ya sabes, si ves gente brillando en la calle… ¡dale un abrazo! Quizás solo tenga un móvil en el bolsillo. O un horno microondas.

Más info: La radiación no ionizante no tiene la misma energía que la ionizante (la del rollo rayos X o cosas así), pero ¡ojo! Una exposición excesiva a cualquier tipo de radiación no es buena idea. Yo, por ejemplo, no duermo con el móvil debajo de la almohada. ¡Es cierto! Aunque me da pereza moverme por la noche. La verdad es que si fuera un gato, estaría mejor.

¿Cómo se utiliza la luz en la medicina?

La luz en medicina: ¡Más que una bombilla!

La luz no solo ilumina nuestro camino, ¡también el de la sanación! Actúa como DJ hormonal, subiendo el volumen de la hormona del crecimiento. Imagina que esta hormona es el “manager” de la lactancia, el crecimiento infantil, el lenguaje y el desarrollo. ¡Un verdadero todoterreno!

• Hormona del crecimiento: ¡Es la estrella! La luz la activa, como si le diera un chute de cafeína.
• Ausencia de luz: Imagina un interruptor que apaga la fiesta. Sin luz, la hormona del crecimiento se pone en modo “siesta”.

Más allá de la hormona: Un festival de aplicaciones

La luz no solo se dedica a controlar hormonas. ¡Es una herramienta versátil!

• Fototerapia: ¡El solarium con superpoderes! Se usa para tratar la ictericia neonatal (ese color amarillento que a veces tienen los bebés) y algunas enfermedades de la piel. ¿Quién diría que tomar el sol podría ser tan científico?
• Láser: ¡La navaja suiza de la medicina! Se usa para cirugías, tratamientos de belleza, e incluso para eliminar cálculos renales. ¡Adiós al bisturí, hola al rayo láser!
• Diagnóstico: Imagina un detective que usa una linterna para encontrar pistas. La luz se usa en endoscopias, para ver dentro del cuerpo sin necesidad de abrirlo. ¡Como tener rayos X en el bolsillo!

Personalmente, recuerdo cuando me quemé la mano haciendo palomitas (¡sí, con microondas!), me recomendaron una crema y…¡exponerme al sol! La luz, ¡curando quemaduras de palomitas! Quién lo diría…