¿Cuáles son los 3 jugos gastricos?

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El estómago secreta tres fluidos esenciales para la digestión: ácido clorhídrico, que acidifica el bolo alimenticio; pepsina, enzima que degrada proteínas; y moco, que protege la mucosa gástrica de la acidez. Estos jugos trabajan en conjunto para iniciar la digestión de los alimentos.

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El Trío Digestivo del Estómago: Ácido, Enzima y Protección

El estómago, esa bolsa muscular que reside en nuestro abdomen, es mucho más que un simple depósito de alimentos. Es una fábrica química sofisticada que inicia el proceso de digestión gracias a un equipo especializado: los jugos gástricos. Si bien hablamos de “jugos gástricos” como un término general, en realidad se trata de un conjunto de fluidos, cada uno con una función crucial en la descomposición de los alimentos. En esencia, el estómago secreta tres componentes principales, trabajando en sinergia para transformar el bolo alimenticio en una masa más manejable para el intestino delgado: ácido clorhídrico, pepsina y moco.

1. El Poderoso Ácido Clorhídrico (HCl): Un Desinfectante y Activador

El ácido clorhídrico es un ácido fuerte secretado por las células parietales del estómago. Su función principal es la de acidificar el bolo alimenticio. Esta acidificación no es arbitraria; cumple varias funciones vitales:

  • Desinfección: El pH extremadamente bajo del ácido clorhídrico (entre 1.5 y 3.5) mata la mayoría de las bacterias y otros microorganismos presentes en los alimentos que ingerimos. Actúa como una primera línea de defensa contra patógenos que podrían causarnos daño.
  • Activación de la Pepsina: El ácido clorhídrico es esencial para activar el pepsinógeno, una forma inactiva de la enzima pepsina. Al acidificar el ambiente, convierte el pepsinógeno en pepsina, la enzima que se encarga de la digestión de las proteínas.
  • Desnaturalización de Proteínas: El ácido clorhídrico ayuda a desnaturalizar las proteínas, es decir, a desenrollar sus complejas estructuras tridimensionales. Esta desnaturalización facilita el acceso de la pepsina para romper los enlaces peptídicos y comenzar la digestión proteica.

2. La Pepsina: Demolición Proteica en Acción

La pepsina es una enzima proteolítica, lo que significa que es responsable de la digestión de las proteínas. Producida inicialmente como pepsinógeno (inactivo) por las células principales del estómago, se activa por la acción del ácido clorhídrico, como ya se mencionó.

Una vez activa, la pepsina rompe los enlaces peptídicos que unen los aminoácidos en las proteínas, fragmentándolas en péptidos más pequeños. Este proceso es crucial, ya que las proteínas no pueden ser absorbidas intactas por el intestino delgado. La pepsina, por lo tanto, inicia la descomposición de las proteínas en componentes más pequeños que pueden ser digeridos y absorbidos posteriormente.

3. El Moco Gástrico: Un Escudo Protector Indispensable

Si el ácido clorhídrico es tan potente, ¿cómo es que el estómago no se autodestruye? La respuesta reside en el moco, una sustancia viscosa y alcalina secretada por las células mucosas que recubren la pared del estómago.

El moco forma una capa protectora que:

  • Protege la mucosa gástrica: Actúa como una barrera física que impide que el ácido clorhídrico y la pepsina entren en contacto directo con las células del estómago, evitando así la corrosión y la autodigestión.
  • Neutraliza el ácido: El moco es alcalino, lo que ayuda a neutralizar parcialmente el ácido clorhídrico en la superficie de la mucosa gástrica, creando un microambiente menos agresivo.
  • Lubrica el bolo alimenticio: Facilita el movimiento del bolo alimenticio a través del estómago y hacia el intestino delgado.

En Conclusión: Una Orquesta Digestiva

En resumen, el ácido clorhídrico, la pepsina y el moco gástrico son los tres componentes clave de los jugos gástricos. Cada uno desempeña un papel esencial en el proceso de digestión que ocurre en el estómago. La acción combinada de estos fluidos transforma los alimentos en una masa semilíquida llamada quimo, lista para ser procesada en el intestino delgado. El equilibrio adecuado en la producción y función de estos jugos es fundamental para una digestión saludable y el bienestar general. Problemas en la secreción de alguno de estos componentes puede llevar a diversas complicaciones digestivas.