¿Cuáles son los síntomas de la hiperhidratación?

¿Hiperhidratación? ¡Ay, qué miedo me da solo de pensarlo! Recuerdo una vez, en una maratón… bueno, no llegué a maratón, me quedé a mitad de camino, pero bebí agua como si no hubiera un mañana. Casi me muero. No de sed, ¡sino de tanta agua! Me sentía fatal, náuseas horribles, un dolor de cabeza que parecía que me iba a reventar la cabeza… ¿A quién se le ocurre beber tanto líquido en tan poco tiempo? A mi, parece ser.

El caso es que, desde entonces, me obsesiona la hiperhidratación. Pensar en vómitos, en mareos, en acabar… ¡Dios mío!, en coma… me pone los pelos de punta. Es que, ¿no es terrible? Es como si tu propio cuerpo te traicionara, ¿verdad? Teóricamente, el agua es vida, ¡pero demasiada puede ser la muerte! He leído que, algo así como un 5% de aumento en el peso corporal por agua, ya es una señal de alerta. ¡Cinco por ciento! Casi ni te das cuenta, ¿no? Y de ahí a las convulsiones, ya hay un solo paso, o eso me parece a mí.

A veces me pregunto, ¿qué pasa si te sientes un poco mal y no sabes bien si es por una simple deshidratación, o todo lo contrario? Es una locura pensar que la misma sustancia que necesitamos para vivir nos pueda hacer tanto daño. Habría que estar muy atento a esos primeros síntomas, ¿no crees? Porque si no se trata a tiempo… pues vaya, ni quiero imaginarlo. Mejor prevenir, que curar, ¿verdad? Eso sí, visitar al médico, ¡no esperar a que te de un ataque epiléptico! En serio, que hay que tomarse esto muy en serio.