¿Cuáles son los síntomas de un tumor benigno?

¿Cuáles son los síntomas de un tumor benigno? Ay, Dios mío, esa pregunta me persigue… Leo sobre fiebre, escalofríos, esa fatiga que a veces me deja tirada en la cama… ¡y me da un vuelco el corazón! ¿Será que mi cuerpo me está gritando algo que no quiero oír? La pérdida de apetito, ¡uf!, eso sí que lo he notado últimamente. He bajado un par de kilos sin hacer dieta, y esos sudores nocturnos… ¡me despierto empapada! Y el dolor… un dolor sordo, que a veces se intensifica… ¿Será un tumor benigno? ¿O algo peor? Es que, sabes, mi abuela tuvo… bueno, no quiero ni pensarlo.

Recuerdo a mi tía, ella tenía un nódulo en el pecho, resultó ser benigno, pero ¡el susto que nos llevamos! Meses de angustia, de pruebas, de esperar resultados… El médico le decía que era “probablemente benigno”, pero… ¿”probablemente”? ¡Qué palabra tan horrible para alguien que está aterrorizado!

Y luego está el asunto de las estadísticas. He leído que un porcentaje altísimo de los nódulos son benignos, ¿un 80%, quizás? Algo así, no lo recuerdo con exactitud… pero aunque la probabilidad esté a mi favor, el miedo sigue ahí, como una sombra persistente. Porque ¿qué pasa con ese 20% restante? ¿Qué pasa si… no quiero ni terminarlo.

La incertidumbre es un monstruo, te lo juro. Te carcome por dentro, te roba el sueño, te convierte en una persona ansiosa, obsesionada con cada dolorcito, con cada síntoma…

Por eso, aunque me de miedo, mañana mismo llamo al médico. Necesito un diagnóstico, una certeza, aunque sea para poder respirar tranquila otra vez. Porque saber es, aunque duela, mejor que la horrible incertidumbre. Necesitaré un poco de fuerza, lo sé, pero… bueno, lo enfrentaré. Porque ¿qué otra opción hay?