¿Cuándo desaparecen los reflejos?

4 ver

La desaparición de los reflejos infantiles es gradual, con algunos integrándose en movimientos voluntarios a medida que el sistema nervioso madura, mientras otros, esenciales para la supervivencia, perduran en la adultez.

Comentarios 0 gustos

El Adiós a los Reflejos: Una Gradual Transición en el Desarrollo Neuromotor

Los reflejos, esas respuestas automáticas e involuntarias a estímulos específicos, son protagonistas indiscutibles en la primera etapa de la vida. Desde el reflejo de succión, que asegura la alimentación del recién nacido, hasta el reflejo de Moro, esa reacción de extensión y flexión de brazos ante un estímulo repentino, los reflejos infantiles parecen una coreografía innata que orquesta el desarrollo temprano. Pero, ¿cuándo se desvanecen estos automatismos? La respuesta, como la mayoría de las cuestiones del desarrollo humano, es compleja y no se reduce a una fecha exacta.

La desaparición de los reflejos infantiles no es un evento abrupto, sino un proceso gradual y dinámico que se entrelaza intrínsicamente con la maduración del sistema nervioso central. Algunos reflejos, como el de prensión palmar (el agarre reflejo del objeto que toca la palma de la mano del bebé), se integran, es decir, se incorporan a movimientos voluntarios más complejos. El niño, inicialmente agarrando cualquier cosa que se le acerque de forma refleja, posteriormente aprenderá a agarrar objetos conscientemente, con precisión y fuerza controlada. Este proceso de integración marca una transición fundamental: el reflejo inicial se desvanece, pero su función se mantiene, ahora bajo el control consciente del cerebro.

Otros reflejos, sin embargo, persisten a lo largo de la vida, formando parte integral del sistema de respuesta rápida y esencial para la supervivencia. El reflejo rotuliano (o patelar), por ejemplo, esa contracción involuntaria de la pierna al golpear la rodilla, permanece como un reflejo de protección y estabilidad postural. Su persistencia a lo largo de los años es una indicación de la buena salud del sistema nervioso. De igual forma, el reflejo pupilar, que regula la dilatación y constricción de las pupilas según la intensidad de la luz, es un reflejo crucial que nunca desaparece.

La cronología de la desaparición de los reflejos infantiles varía entre individuos, influenciada por factores genéticos y ambientales. Mientras que algunos reflejos, como el de Babinski (flexión dorsal del pie al estimular la planta), suelen integrarse antes de los doce meses, otros pueden persistir más tiempo, siendo su persistencia más allá de la edad esperada una señal que podría indicar la necesidad de una evaluación neurológica.

Por lo tanto, no existe una respuesta única a cuándo desaparecen los reflejos. Es un proceso individual, gradual y selectivo. Algunos son transitorios, integrando sus funciones en movimientos voluntarios; otros son permanentes, esenciales para la función neurológica y la supervivencia. La observación y monitorización del desarrollo neurológico infantil, mediante la evaluación de los reflejos arcaicos, permite detectar posibles alteraciones del sistema nervioso y asegurar un adecuado desarrollo psicomotor. La desaparición de los reflejos, lejos de ser un fin, representa un paso crucial en la compleja y fascinante odisea del desarrollo humano.