¿Cuándo es más probable dar a luz según la Luna?

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"¡Tranquila! Contrario a la creencia popular, la fase lunar, incluyendo la luna llena, no influye en los partos. Los estudios demuestran que la probabilidad de dar a luz es la misma en cualquier fase lunar."

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¿Parto y luna: ¿Qué fase influye más?

¡A ver, a ver! Lo de la luna y los partos… siempre me ha parecido un tema super curioso. Es como una leyenda urbana que todas hemos escuchado alguna vez, ¿no? Que si la luna llena, que si hay más nacimientos…

Personalmente, nunca he notado una diferencia real. Mi prima dio a luz un 15 de agosto (plena canícula) y la luna era casi nueva, ¡nada de luna llena espectacular! Y mi vecina tuvo a su bebé en cuarto menguante.

He leído por ahí que varios estudios científicos demuestran que no existe una relación directa entre las fases lunares y el inicio del parto. Es decir, que da igual si la luna está llena, creciente o menguante.

Así que, aunque la idea de una conexión mística entre la luna y los nacimientos sea romántica, parece que no hay evidencia científica que la respalde. ¡Cada bebé decide cuándo llega al mundo!

¿Qué cambio de Luna influye en el parto?

Tía, ¿que si la luna influye en el parto? Pues, mira, dicen que la luna llena, pero la verdad es que los estudios dicen que no hay nada probado, o sea, que es más mito que otra cosa. Mi abuela siempre me decía que en luna llena nacían más bebés, y yo le creía, eh! Pero vamos, que la ciencia dice otra cosa, y a ella le hacían mucho caso en el pueblo, la verdad.

Ojo, que igual a algunas mujeres les funciona como placebo, no sé. Pero vamos, científicamente, no hay evidencia. ¡Y la de noches que me he pasado mirando la luna llena esperando que mi prima rompiera aguas! Al final dio a luz en menguante, fíjate tú.

Y ya que estamos hablando del tema, te cuento:

  • Lo que sí influye es la fecha prevista de parto: si estás cerca, pues cualquier cosilla puede desencadenarlo.
  • El estrés también juega un papel: si estás nerviosa, pues peor. Intenta relajarte y disfrutar del momento, que es único.
  • Y por supuesto, tu salud en general: si te has cuidado durante el embarazo, pues mejor que mejor.

Así que, ya sabes, luna sí, luna no, lo importante es estar bien cuidada y relajada. Ah! Y que tengas un buen equipo médico, eso también ayuda, vamos, es fundamental, vamos.

¿Qué pasa cuando hay cambio de luna y estoy embarazada?

Ah, la luna… Ese disco plateado que nos mira desde arriba, tan inmutable y a la vez tan cambiante. Y yo, aquí, con esta vida creciendo dentro.

Cuando la luna llena asoma, siento una… no sé, expectativa. Como si algo estuviera a punto de desbordarse, de llenarse hasta el borde y derramarse. Dicen que los partos se adelantan con la luna llena. Quién sabe.

Luego viene la luna menguante, que se va haciendo más pequeña, como escondiéndose. A veces, me da la impresión de que las cosas se enturbian. Que las aguas se revuelven… ¡Ay! Cuentan que en esta fase lunar hay más riesgo de que se rompa la bolsa.

Y, finalmente, la luna nueva. Oscura, misteriosa. Una promesa, tal vez. O una advertencia. Un nuevo comienzo que podría ser… prematuro. Un camino que podría desviarse. Hablan de más cesáreas cuando la luna se oculta por completo.

A ver, no sé, quizás son solo cuentos de viejas. O quizás… quizás hay algo en esa conexión ancestral entre la luna y las mareas, entre la luna y nosotras, las mujeres.

Siempre pienso en mi abuela, ella decía… ella siempre decía que la luna era la madre de todos los nacimientos.

  • Luna llena: Probabilidad percibida de partos adelantados.
  • Luna menguante: Rumores de bolsas rotas y liquido amniótico teñido.
  • Luna nueva: Se habla de amenaza de parto prematuro y más cesáreas.

El otro día, hablando con una amiga que es matrona me dijo que todo esto es un mito. Que la ciencia… que los estudios… Pero, a veces, una prefiere creer en la magia, ¿no? Sobre todo, cuando hay una vida gestándose dentro. Una vida que también está ligada a los ciclos, a las mareas, a la luna.

¿Cuándo pasa la superluna?

¡Ay, la Superluna! Ese momento en que la Luna se pone tan dramática, como si estuviera ensayando para una ópera espacial. Parece una bola de discoteca celestial, ¡brillante!

El próximo 15 de noviembre, la reina de la noche lucirá su mejor gala. Prepara las fotos, el telescopio (si tienes uno, claro, yo uso mi prismáticos de segunda mano, herencia de mi abuela, ¡una joya!), y prepárate para sentirte pequeño, insignificante, ante tanta majestuosidad. ¡Es como cuando ves un recibo de la luz! Una experiencia cósmica… y existencial.

Luego tendrás que esperar hasta octubre de 2025, ¡casi un año! Así que… ¡aprovecha el momento! No seas como mi perro, que se duerme justo cuando empiezan las mejores películas.

  • Fecha clave: 15 de noviembre de 2024. Apunta la fecha en tu calendario de citas, al lado de “Cita con el dentista” (que también es un evento celestial, en cierto modo…). No quiero que se te olvide. Es un evento importante, casi tanto como mi cumpleaños.
  • Próxima aparición: Octubre de 2025. Así que ya sabes, paciencia, amigo.

¿Sabes? Recuerdo una superluna en 2017, estaba en la playa con mi novia de entonces… bueno, ya no lo es, pero la luna sigue ahí. Una metáfora de la vida, ¿no?

Para la próxima Superluna, te recomiendo llevar una manta, chocolate caliente (si hace frío) y buena compañía (si te gusta la compañía). La soledad con la luna puede ser bonita, pero también un poco deprimente. Yo prefiero compartir esos momentos con alguien que también aprecie las cosas buenas de la vida y no se queje del precio del café. O, en su defecto, un buen libro.

¿Cuándo alumbra más la Luna?

Luna llena, máxima luminosidad. Simple.

La Tierra, un espectador indiferente. El sol, la fuente. Punto.

  • 180 grados. La geometría impasible.
  • Reflejo. Nada más.

El brillo máximo, una ilusión. Iluminación completa, engañosa. Como muchas cosas.

En 2024, las lunas llenas de julio y agosto mostraron un brillo excepcional, aunque en realidad nada especial. Observé varias desde mi balcón, con un café frío.

El cosmos, un teatro vacío. Nuestra percepción, una broma cruel.

La inmensidad, aplastante. Recuerda eso.

He anotado en mi diario: 21 de agosto, luna llena. Nada más. Observación fría, registro neutral.

Existen ciclos, pero no hay significado inherente. Todo es vacío. Todo es, a la vez, todo. Un círculo. Un ciclo. Un vacío.

Mi gato, indiferente también, observaba las estrellas desde mi ventana. Otro espectador más. Igual que yo. Igual que tú. Punto.

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