¿Cuándo ir al médico por retortijones?

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Busca atención médica de inmediato si:

  • El dolor abdominal es intenso y no puedes moverte sin empeorarlo
  • No puedes sentarte ni encontrar una postura cómoda
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Retortijones: ¿Cuándo la molestia se convierte en una alarma?

Los retortijones, esa sensación incómoda y a veces dolorosa en el abdomen, son una experiencia común. Desde una indigestión leve hasta una respuesta natural del cuerpo al estrés, las causas pueden ser variadas y generalmente transitorias. Sin embargo, hay momentos en que estos cólicos abdominales se convierten en una señal de alerta que exige atención médica inmediata. Reconocer cuándo la molestia supera lo normal es crucial para evitar complicaciones y garantizar nuestra salud.

La mayoría de los retortijones son benignos y desaparecen por sí solos con descanso, hidratación y quizás algún analgésico de venta libre. Pero, ¿cómo saber cuándo esa molestia pasajera se transforma en un problema que requiere la valoración de un profesional de la salud?

Si bien cada persona experimenta el dolor de manera diferente, hay ciertos signos que no deben ignorarse. Generalmente, el dolor leve y ocasional, acompañado de ruidos intestinales y quizás gases, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, debemos estar especialmente atentos a la intensidad del dolor, a su duración y a los síntomas que lo acompañan.

Busca atención médica de inmediato si:

  • El dolor abdominal es intenso y no puedes moverte sin empeorarlo. Esta incapacidad para moverse debido al dolor, que se intensifica al intentar cualquier movimiento, es una clara señal de que algo grave podría estar sucediendo. Podría indicar una perforación intestinal, apendicitis severa, una obstrucción intestinal importante u otras condiciones que requieren intervención urgente.

  • No puedes sentarte ni encontrar una postura cómoda. La persistencia del dolor, que impide encontrar una posición que lo alivie, sugiere que la causa subyacente es seria. Un dolor tan intenso que interfiere con las actividades básicas como sentarse, es una bandera roja que indica la necesidad de una evaluación médica rápida.

Además de estos dos criterios clave, existen otros síntomas que, acompañados de retortijones, deben motivar una consulta médica:

  • Fiebre alta: La fiebre, especialmente si supera los 38 grados Celsius, es una señal de infección o inflamación.
  • Vómitos persistentes: Vómitos que no ceden y que impiden la hidratación adecuada pueden indicar obstrucción intestinal, infección o incluso problemas más serios.
  • Heces con sangre o negras y alquitranadas: Estos son signos de sangrado en el tracto gastrointestinal, que siempre requiere evaluación médica.
  • Hinchazón abdominal severa: Una distensión abdominal que aumenta rápidamente y se acompaña de dolor puede indicar una obstrucción, acumulación de líquidos o un problema inflamatorio grave.
  • Incapacidad para evacuar gases o heces: Esto puede ser un signo de obstrucción intestinal.
  • Dolor que empeora progresivamente: Un dolor que comienza siendo leve y se intensifica con el tiempo es un motivo de preocupación.
  • Antecedentes de problemas médicos: Si la persona tiene antecedentes de enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa), cálculos biliares, úlceras o cirugías abdominales, debe ser más cautelosa y buscar atención médica ante cualquier cambio significativo en sus síntomas.

En resumen, aunque la mayoría de los retortijones son inofensivos, es fundamental estar atento a las señales de alarma que envía nuestro cuerpo. La clave está en la intensidad del dolor, su persistencia y los síntomas que lo acompañan. No dudes en buscar atención médica si sientes que algo no está bien. Es preferible pecar de precavido a lamentar una complicación por no haber actuado a tiempo. La salud es lo primero.