¿Cuándo se considera que una persona tiene problemas con el alcohol?

¿Cuándo se considera que alguien… bueno, ¿cuándo te das cuenta de que tú o alguien que quieres tiene un problema con el alcohol? Esa es una pregunta que me ha rondado la cabeza mucho últimamente. Me preocupa muchísimo, muchísimo. Ver a alguien perder el control… ¡uff! Recuerdo a mi tío, Dios lo tenga en su gloria, cómo se le iba la vida entre copas. Parecía que cada trago lo alejaba un poco más de nosotros, como si se disolviera en el fondo de un vaso. Una imagen que, ay, nunca se me olvida.

Es que… es que te desgarra el alma ver a una persona obsesionada, ¿sabes? Esa necesidad constante, esa incapacidad para parar a pesar de… bueno, a pesar de todo. De las consecuencias, que siempre llegan, tarde o temprano. Se lo dije mil veces a mi tío, “para, por favor, para” pero… es como hablarle a una pared. El alcohol lo dominaba todo. Su tiempo, su salud… se cargó hasta las mejores relaciones familiares. Se lo llevó todo.

Y eso es lo que te da miedo, ¿no? Ver cómo algo tan aparentemente inofensivo te roba a alguien que quieres. He leído por ahí —creo que eran unas estadísticas de la OMS, o algo así, no recuerdo bien— que un porcentaje altísimo de accidentes de tráfico están relacionados con el alcohol. ¡Un porcentaje altísimo! Eso… eso te pone los pelos de punta, ¿verdad? Es que es una locura.

Pero lo peor es que la gente piensa que es una debilidad, una falta de voluntad. ¡Qué falso! La adicción es una enfermedad, una enfermedad terrible que necesita tratamiento. Y ahí está la clave, ¿no? En intervenir a tiempo. En ofrecer ayuda, sin juzgar, con amor, con… ¡con fuerza! Porque enfrentarse a esto no es fácil, para nada. Te lo digo yo, que he visto de cerca el daño que causa. Y solo deseo que nadie más tenga que pasar por eso.