¿Cuando te tatuas puedes trabajar?

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Aunque antiguamente los tatuajes dificultaban encontrar empleo, hoy en día la legislación protege contra la discriminación por motivos estéticos. La presencia de tatuajes ya no es, en la mayoría de los casos, un obstáculo insalvable para acceder a un puesto de trabajo.
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La tinta en la piel ya no mancha el currículum: Tatuajes y empleo en la actualidad

Durante décadas, los tatuajes fueron asociados a grupos marginales y cargaron con un estigma social que se extendía al mundo laboral. Conseguir un empleo con tatuajes visibles era, en muchos sectores, una tarea titánica. Afortunadamente, la sociedad evoluciona, y con ella, la percepción sobre el arte corporal.

¿Es posible trabajar con tatuajes hoy en día? La respuesta, en la mayoría de los casos, es un rotundo sí. La legislación actual en muchos países, incluyendo España, protege a los trabajadores contra la discriminación por motivos estéticos. Esto significa que ninguna empresa puede rechazar a un candidato o despedir a un empleado basándose únicamente en la presencia de tatuajes.

La normalización de los tatuajes: Diversos factores han contribuido a este cambio de paradigma. El aumento de la popularidad de los tatuajes, incluso entre celebridades y figuras públicas, ha ayudado a normalizar su presencia en la sociedad. Además, las nuevas generaciones, más abiertas a la diversidad y la expresión personal, ocupan cada vez más puestos de responsabilidad en el mundo laboral.

Excepciones a la regla: Si bien la discriminación por tatuajes está cada vez menos aceptada, existen excepciones. Algunas empresas con códigos de vestimenta estrictos o que trabajan con una imagen corporativa tradicional, pueden solicitar a sus empleados cubrir sus tatuajes. Sectores como la hostelería, la atención al público o la banca pueden ser más reticentes a la hora de mostrar tatuajes visibles.

Recomendaciones para los trabajadores:

  • Infórmate sobre la política de la empresa: Antes de acudir a una entrevista, es recomendable investigar si la empresa tiene alguna política específica sobre los tatuajes.
  • Prioriza tu profesionalidad: Un aspecto cuidado, un buen currículum y una actitud profesional seguirán siendo tus mejores cartas de presentación.
  • El diálogo como herramienta: Si te encuentras con algún tipo de discriminación, no dudes en hablar con el departamento de recursos humanos o buscar asesoramiento legal.

En definitiva, aunque todavía queda camino por recorrer, la presencia de tatuajes ya no es el obstáculo laboral que era antes. La sociedad actual valora la diversidad y el talento por encima de la apariencia física, abriendo un futuro laboral más inclusivo para todos.