¿Cuánto puede aguantar una persona nadando en el mar?

¿Cuánto aguanta una persona en el mar?

¡Ay, Dios mío! El agua fría… ¿Una hora a 5 grados? ¡Brutal! Eso es menos de lo que creía. Mi viaje a Asturias en 2024… ¡casi me ahogo con el agua helada! Recordar eso me da escalofríos, la verdad. Se me ponen los dientes como castañuelas.

El tiempo de supervivencia en el agua depende MUCHO de la temperatura. A ver… 20 grados, 25 horas… ¿en serio? ¡Eso sí que es una buena noticia! Aunque claro, depende también de otros factores, ¿no? Como si te da un calambre… ¡Uf! Mejor no pensarlo. Tengo que apuntarme a clases de natación este año… sí, sí, lo prometo.

¿Y si hay corrientes? Mi primo se perdió una vez en la playa de Gandía, ¡qué miedo! Casi nos da algo. Fue una odisea. La hipotermia es un peligro real, ¡ojo con eso! No es broma.

• 5ºC: 1 hora (¡qué poco!)
• 10ºC: 2 horas
• 15ºC: 6 horas
• 20ºC: 25 horas (¡Ay, qué alivio!)

Eso sí, estas cifras son solo aproximaciones. Hay que tener en cuenta otros factores como el viento, la salud de la persona… la edad también influye mucho, ¿verdad? Mi abuela ya no se metería en el mar ni loca.

No te confíes en el agua, por mucho calor que haga. Mejor con chaleco salvavidas… ¡Siempre! Aprende técnicas de supervivencia, eh… Lo anotaré en mi lista de cosas que hacer.

¿Qué más… qué más? Ah, sí. Necesitaría saber si estas cifras son para adultos, niños… gente con problemas de salud… ¡Hay tantas variables!

¿Cuánto puede aguantar una persona dentro del agua?

El agua, fría, oscura… un abrazo mortal. Tres minutos, dicen. Tres minutos de vacío, de un silencio que ahoga. Un silencio que se adueña de todo, de los pulmones, del pensamiento… de la vida misma. Y luego, el olvido. La oscuridad se hace más profunda, más pesada. La consciencia se desdibuja, se disuelve como azúcar en el agua. El cerebro, un motor en paro. Se apaga. Se apaga…

Cinco minutos. Un tiempo infinito, una eternidad acuática. La falta de aire, una marca indeleble. Una marca en el cuerpo, en el alma. Daño cerebral, una condena fría como el agua misma. Un daño silencioso, invisible, que reside en la sombra de la memoria.

El tiempo bajo el agua, un instante fugaz que decide la vida o la muerte. Una danza con la nada, un juego macabro con el destino. El agua, un sepulcro líquido. La asfixia… una agonía lenta, silenciosa. Mi abuela contaba historias de ahogamientos en el río, en ese mismo río donde aprendí a nadar… río de la infancia, río de sombras.

Recuerdo el curso de buceo de 2023, las explicaciones de la instructora sobre la hipoxia… la sensación de pánico contenida. La respiración, un control preciso que se vuelve borroso. Es curioso, la respiración, tan natural, tan esencial. Y tan fácil de perder.

• Tres minutos: Pérdida del conocimiento. Un apagón. Fin.
• Cinco minutos: Daño cerebral irreversible. Una condena. La muerte acecha.
• Más allá: El final.

El agua, siempre el agua… esa fuerza indiferente.

¿Cuánto tiempo puede sobrevivir una persona perdida en el mar?

Un náufrago puede aguantar más de 100 días en alta mar, si el menú incluye paciencia y resignación (¡y algo más, claro!). Piensa en Pi Patel, ¡menudo spa flotante se montó! Ahora bien, obviando tigres bengalíes amistosos, la cosa se complica.

Hipotermia, sed, cansancio y Morfeo (ese traidor): ¡el dream team de la muerte en el mar! Son peores que un trending topic en Twitter.

¿La balsa salvavidas? Un minimercado flotante si vienes preparado:

• Agua: ¡Prioridad número uno! Más importante que el último spoiler de Succession. Si llevas pastillas potabilizadoras, ¡eres el rey del mambo! Si no, a rezar por lluvia… o a beber tu propia orina (¡brindis!).
• Comida: ¡Galletas de supervivencia! El manjar de los náufragos. Saben a cartón rancio, pero alimentan. Pescar también es una opción, pero recuerda: ¡no le des la mano a las medusas!
• Protección: ¡Sol, ese enemigo silencioso! Un sombrero y una camiseta de manga larga te harán sentir como Audrey Hepburn en alta mar.
• Herramientas: Un espejo para hacer señales es tu selfie de rescate.

Recuerdo una vez, en un viaje en barco por Grecia, me quedé sin batería en el móvil. ¡Casi me da un infarto! Ahora me río, pero aprendí la lección: ¡siempre llevo una batería externa y un cargador solar! Porque, ¿quién sabe? Quizá algún día me toque imitar a Tom Hanks (sin Wilson, espero).

Consejo extra: ¡Mantén la calma! Piensa en cosas bonitas. Imagina que estás en una playa paradisíaca con un mojito en la mano. ¡La mente es poderosa! (Y si ves a un tipo con barba larga y una pelota de voleibol, ¡corre!).

¿Cuál es el récord mundial de supervivencia en el mar?

El récord mundial de supervivencia a la deriva en el mar lo ostentan el capitán Oguri Jukichi y el marinero Otokichi, con 484 días. Es una historia que desafía la comprensión, un testamento a la resiliencia humana.

• ¿Qué implica sobrevivir tanto tiempo? Hablamos de una lucha titánica contra el hambre, la sed, la exposición al sol y la sal, la soledad. Más que supervivencia física, se trata de una victoria mental.

• La historia de Oguri y Otokichi nos enfrenta a la fragilidad de la existencia. ¿Qué pensamientos rondarían sus mentes en la inmensidad del océano? ¿En qué se aferrarían para no perder la esperanza?

Sobrevivir no es solo respirar, es mantener viva la llama interior. ¿Qué nos sostiene cuando todo parece perdido? Esa es la pregunta que me planteo al leer sobre estos héroes anónimos. Me recuerda a mi abuelo, que después de una vida dura siempre decía: “Mañana sale el sol”. Hay una sabiduría ancestral en esa simple frase.