¿Cuánto tiempo es seguro almacenar agua embotellada?

¿Cuánto tiempo es seguro beber agua embotellada? Descifrando la durabilidad del agua envasada.

A menudo, ante situaciones de emergencia o simplemente por comodidad, recurrimos al agua embotellada. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuánto tiempo permanece segura para su consumo? A diferencia de otros productos perecederos, el agua embotellada no “caduca” en el sentido estricto de la palabra, pero su calidad sí puede verse afectada con el tiempo. Si bien la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) no establece una fecha de caducidad específica para el agua embotellada, la industria generalmente recomienda un periodo de consumo preferente de alrededor de dos años a partir de la fecha de embotellado.

Este plazo de dos años no implica que el agua se vuelva automáticamente peligrosa una vez transcurrido. Más bien, se refiere a la calidad del agua, que puede deteriorarse debido a diversos factores.

El enemigo no es el agua, sino el envase: El principal problema no reside en el agua en sí, sino en la posibilidad de que el plástico de la botella libere sustancias químicas al agua con el paso del tiempo. Factores como la temperatura de almacenamiento y la exposición a la luz solar pueden acelerar este proceso. El PET (tereftalato de polietileno), el plástico más comúnmente utilizado para las botellas de agua, es generalmente seguro, pero la degradación del material puede liberar antimonio y BPA (bisfenol A), sustancias que se desean evitar.

Almacenamiento óptimo para una mayor durabilidad: Para maximizar la vida útil y la calidad del agua embotellada, es crucial almacenarla correctamente:

• Lugar fresco y oscuro: Evita la exposición directa a la luz solar y a temperaturas elevadas. El calor puede acelerar la degradación del plástico y la liberación de sustancias químicas. Un lugar fresco, seco y oscuro, como una despensa o un armario, es ideal.
• Botellas cerradas y sin daños: Asegúrate de que las botellas estén bien cerradas para evitar la contaminación. Descarta cualquier botella que presente grietas, abolladuras o signos de deterioro.
• Rotación del stock: Si compras agua embotellada regularmente, practica la rotación del stock, utilizando primero las botellas más antiguas.

Más allá de los dos años: ¿beber o no beber? Si el agua embotellada ha superado los dos años recomendados, no necesariamente significa que sea peligrosa. Examina la botella cuidadosamente. Si presenta un olor o sabor inusual, o si el plástico se ve deteriorado, es mejor desecharla. Si la botella se ve y huele bien, probablemente sea segura para beber, aunque la calidad podría no ser óptima.

En resumen, aunque el agua embotellada no tiene una fecha de caducidad estricta, es importante comprender los factores que influyen en su calidad a lo largo del tiempo. Un almacenamiento adecuado es fundamental para garantizar un consumo seguro y agradable. Si tienes dudas, siempre es mejor pecar de precavido y optar por una botella nueva.

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