¿De qué color son las verrugas malas?

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Si una verruga se oscurece, puede indicar cambios en su composición, como la presencia de vasos sanguíneos o coágulos. Consultar a un médico es recomendable para descartar cualquier problema, aunque la mayoría de las veces, este cambio de color es benigno.
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El color de las verrugas y cuándo preocuparse

Las verrugas, esas pequeñas protuberancias en la piel, son un problema común causado por el virus del papiloma humano (VPH). Suelen ser inofensivas, pero sus cambios de aspecto pueden generar preocupación. Aunque generalmente son de color piel, rosadas o ligeramente amarillentas, ¿qué significa si una verruga se oscurece?

El color “normal” de una verruga puede variar dependiendo de su ubicación y tipo. Imaginemos una pequeña coliflor en la piel: esa es la imagen típica. Suelen ser del mismo tono que la piel circundante o un poco más claras, a veces con puntos negros diminutos que son capilares trombosados (coágulos sanguíneos minúsculos). Sin embargo, una verruga que cambia de color, especialmente si se oscurece, merece atención.

La aparición de tonos marrones, negros, grises, o incluso azules o púrpuras en una verruga puede indicar diferentes situaciones. Una de las causas más comunes es el aumento de la vascularización. Al igual que cualquier tejido en crecimiento, las verrugas necesitan irrigación sanguínea. Si la verruga crece rápidamente, puede desarrollar más vasos sanguíneos, dándole una apariencia más oscura.

Otro factor que influye en la pigmentación es la formación de coágulos dentro de esos pequeños vasos. Estos coágulos, también llamados trombos, pueden dar a la verruga una apariencia punteada oscura o incluso un tono general más oscuro, como un morado o negro azulado. En la mayoría de los casos, esto es benigno y se debe a microtraumatismos, como roces o golpes.

Si bien estos cambios de color a menudo son benignos, es crucial recordar que no podemos autodiagnosticarnos. Ante cualquier cambio en la apariencia de una verruga, como oscurecimiento, aumento de tamaño, sangrado, picazón intensa o dolor, la consulta con un dermatólogo es fundamental. El profesional podrá determinar la causa del cambio de color y descartar cualquier problema, incluyendo lesiones pigmentadas precancerosas o melanoma, aunque estas sean mucho menos frecuentes.

Un simple examen visual, y en algunos casos una dermatoscopia o incluso una biopsia, permitirán al médico realizar un diagnóstico preciso. Evitar la automedicación y la manipulación de la verruga es esencial para prevenir complicaciones. Recuerda, la salud de tu piel es importante, y ante la duda, consulta siempre a un profesional.