¿Dónde ataca el hongo cándida?

Cándida: Más Allá de la Boca, un Enemigo Oculto en Diversos Rincones del Cuerpo

La cándida, un género de levaduras que reside naturalmente en nuestro organismo, puede transformarse en un problema cuando su proliferación se descontrola. Si bien es conocida por la candidiasis oral o “muguet”, una infección frecuente y fácilmente reconocible, la realidad es que este hongo oportunista puede atacar en diversos puntos del cuerpo, generando un espectro de molestias que van desde lo incómodo hasta lo potencialmente peligroso.

Es cierto que la boca es un terreno fértil para la cándida. La candidiasis oral, identificada por placas blancas y cremosas sobre la lengua, las encías y el interior de las mejillas, es una señal inequívoca de su presencia. Esta infección es común en bebés, personas con sistemas inmunológicos debilitados, usuarios de dentaduras postizas y aquellos que han tomado antibióticos recientemente, ya que estos factores alteran el equilibrio natural de la microbiota oral.

Pero la cándida no se limita a la cavidad bucal. Cuando la infección avanza y se extiende al esófago, el conducto que conecta la boca con el estómago, surge la esofagitis por cándida. Esta condición, que a menudo acompaña a la candidiasis oral, puede provocar dificultad para tragar, dolor en el pecho y sensación de ardor. La esofagitis por cándida requiere una evaluación y tratamiento médico oportunos, ya que la inflamación del esófago puede dificultar la alimentación y, en casos graves, incluso provocar complicaciones como úlceras o perforaciones.

Sin embargo, la amenaza de la cándida se extiende aún más allá del tracto digestivo superior. Este hongo puede afectar otras áreas del cuerpo, manifestándose como:

• Candidiasis vaginal: Una de las infecciones vaginales más comunes, caracterizada por picazón, ardor, flujo blanco y espeso, y dolor al orinar o tener relaciones sexuales.
• Candidiasis cutánea: Se manifiesta en pliegues de la piel, como las axilas, la ingle o entre los dedos, provocando enrojecimiento, picazón y descamación. Es común en personas con obesidad o diabetes, y en ambientes cálidos y húmedos.
• Candidiasis invasiva: La forma más grave de la infección, ocurre cuando la cándida entra en el torrente sanguíneo e infecta órganos internos como el corazón, el cerebro o los riñones. Esta condición es potencialmente mortal y afecta principalmente a personas con sistemas inmunológicos muy debilitados, como pacientes hospitalizados con enfermedades graves o sometidos a trasplantes.

En conclusión, la cándida, aunque presente de forma natural en nuestro cuerpo, puede transformarse en un problema de salud significativo si se dan las condiciones para su proliferación descontrolada. Conocer las diferentes áreas del cuerpo donde puede atacar, desde la boca hasta órganos internos, es crucial para identificar los síntomas a tiempo y buscar la atención médica adecuada, evitando así complicaciones y recuperando el equilibrio de nuestro organismo. La prevención, a través de una dieta saludable, una buena higiene y el control de factores de riesgo como el uso excesivo de antibióticos, es fundamental para mantener a raya a este hongo oportunista.