¿Dónde ir para revisar un lunar?

¿Dónde ir para revisar un lunar?

Los lunares son crecimientos cutáneos comunes que generalmente son inofensivos. Sin embargo, es esencial estar atento a los cambios en los lunares, ya que pueden indicar un melanoma, un tipo de cáncer de piel grave. Si detectas un nuevo lunar o mancha en la piel, o si un lunar existente cambia de tamaño o grosor, es crucial que consultes a un profesional de la salud de inmediato.

Dermatólogo

El primer punto de contacto para revisar un lunar sospechoso es un dermatólogo, un médico que se especializa en enfermedades de la piel. Los dermatólogos están capacitados para reconocer y diagnosticar diferentes tipos de lunares y pueden determinar si un lunar es benigno o sospechoso de melanoma.

Clínica u hospital

Si no tienes acceso a un dermatólogo, puedes acudir a una clínica u hospital donde haya personal médico disponible para examinar tu lunar. Es posible que te deriven a un dermatólogo si es necesario.

Autoexamen de la piel

También es importante realizar autoexámenes regulares de la piel para detectar cualquier lunar nuevo o cambiante. Busca lo siguiente:

• Asimetría: Los lunares benignos suelen ser simétricos, mientras que los melanomas suelen tener una forma irregular.
• Bordes: Los lunares benignos tienen bordes suaves y definidos, mientras que los melanomas pueden tener bordes dentados o irregulares.
• Color: Los lunares benignos pueden ser de color marrón claro u oscuro, mientras que los melanomas pueden variar en color desde el marrón oscuro hasta el negro o azul.
• Diámetro: Los melanomas suelen tener un diámetro mayor de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada).
• Evolución: Si un lunar aumenta de tamaño o grosor, cambia de color o forma, o desarrolla sangrado o supuración, es fundamental que consultes a un dermatólogo.

Es importante recordar que no todos los lunares sospechosos son melanomas. Sin embargo, es esencial estar atento a cualquier cambio y consultar a un profesional de la salud de inmediato si tienes alguna inquietud. La detección y el tratamiento tempranos son cruciales para mejorar los resultados de cualquier cáncer de piel.