¿Dónde sienten calor los perros?

El Calor Canino: Más Allá del Jadeo – ¿Dónde Sienten el Calor los Perros?

El sofocante calor del verano es una preocupación constante para los dueños de perros. Sabemos que los canes sufren con las altas temperaturas, pero ¿comprendemos realmente dónde sienten ese calor y cómo les afecta a nivel corporal? La respuesta no es tan simple como “por todas partes”. Si bien la sensación de calor es subjetiva, la fisiología canina nos da pistas sobre las zonas más vulnerables al sobrecalentamiento.

Como se ha mencionado, los perros no sudan eficazmente a través de la piel como los humanos. Su principal mecanismo de refrigeración es el jadeo, que permite la evaporación de saliva en la lengua, enfriando la sangre que pasa por la boca. Por lo tanto, la lengua y la boca son zonas críticas. Un perro jadeando excesivamente, con la lengua colgando y de color oscuro, es una señal clara de sobrecalentamiento.

Sin embargo, la evaporación de la saliva no es el único mecanismo de enfriamiento. Las almohadillas de las patas, ricamente vascularizadas, también juegan un papel, aunque menor, en la disipación del calor. Al igual que la lengua, un exceso de calor en estas zonas indica una situación preocupante. Observe si las almohadillas están excesivamente calientes al tacto.

Más allá de la lengua y las patas, el resto del cuerpo también se ve afectado por el calor. Aunque no sea un mecanismo de refrigeración, el aumento de la temperatura corporal se percibe en toda la masa muscular. Un perro sobrecalentado mostrará letargia, debilidad y posible dificultad respiratoria. La alta temperatura corporal afecta a todos los órganos internos, pudiendo provocar un golpe de calor, una emergencia médica potencialmente fatal.

Es importante destacar que la raza y el tamaño del perro influyen significativamente en su tolerancia al calor. Los perros braquicéfalos (con hocicos cortos, como Bulldogs o Pugs) tienen mayor dificultad para jadear eficazmente y son más susceptibles al sobrecalentamiento. Los perros de razas grandes, con mayor masa corporal, también tienden a calentarse más rápido.

En conclusión, mientras que el jadeo focaliza la disipación de calor en la lengua y, en menor medida, en las almohadillas, el calor afecta al perro en todo su cuerpo. Observar atentamente a nuestro perro, prestando atención a su comportamiento, la temperatura de su lengua y almohadillas, y su nivel de actividad, es crucial para prevenir el sobrecalentamiento y garantizar su bienestar durante los meses de calor. Ante cualquier señal de malestar, consultar con un veterinario es fundamental.