¿Es posible recuperar un diente caído?

¿Es posible recuperar un diente caído? ¡Ay, qué pregunta tan angustiosa! Recuerdo cuando a mi hermano pequeño, Tito, se le cayó un diente jugando al fútbol… ¡qué susto! Parecía el fin del mundo, ¿verdad? Él, con la carita blanca, llorando… yo, con el corazón en un puño.

Sí, a veces es posible… ¡qué alivio saberlo, eh! Pero hay que actuar rapidísimo, como si el tiempo fuera un río que se lleva todo por delante. Tito, por ejemplo, casi lo pierde, porque tardamos un montón en llegar al dentista, pero bueno… al final todo salió bien. Así que, lo primero, lo primero: calma, ¡pero mucha rapidez!

Levántalo por la corona, la parte que se ve, ¿eh? No seas bruto y lo agarres por la raíz, ¡que eso es sagrado! Si está todo sucio, un enjuague rápido con agua o, si no tienes más remedio, con leche –es lo que hicimos nosotros, leche fría, que fue lo primero que vimos–. Intenta ponerlo de vuelta en su sitio, como si fuera una pieza de un puzle muy importante, el más importante, diría yo. Si no puedes, ¡no te desesperes! Guárdalo en leche, saliva (sí, sí, en saliva también funciona, ¡asqueroso pero efectivo!), o en una solución salina, si tienes por casa. Y corre, corre que te pillo, al dentista. ¡Inmediatamente! En serio, el tiempo, en estos casos, es más valioso que el oro, creo que he leído que hay estudios que dicen que las posibilidades de éxito bajan muchísimo a partir de una hora. No estoy segura de las cifras exactas, pero… ¿a quién le importa los números cuando tienes un diente en la mano?

Lo importante es que lo intentaste, ¿verdad? Que hiciste todo lo posible. Y recuerda la cara de alivio de Tito cuando el dentista logró salvarle el diente. Ese es el mejor premio.