¿Por qué mis ciclos menstruales son más cortos?

¿Qué pasa si se acorta el periodo?

Ciclo más corto. Pasa. Ya.

• Estrés, pastillas, dieta. Da igual. A todas nos pasa. O no.

• Se acorta con la edad. Como todo.

• Si te rayes, al médico. Que para eso cobran.

  Yo una vez me asusté por nada. Gasté pasta en el médico.

• Vida que sigue. Da igual lo que hagas.

Info extra:

• Ciclos cortos = ovulación antes. O no. ¿A quién le importa?
• Anticonceptivos: pueden cambiarlo todo. O no. Otro rollo.
• El estrés es la clave. Siempre lo es.
• Cuidado con lo que comes. Pero si te gusta… qué más da.
• “Habla con tu médico”. Lo de siempre.
• Cada cuerpo es un mundo. Pero al final, todos se apagan.

¿Qué pasa cuando la regla se corta y vuelve?

¡Uf! Eso de la regla… Recuerdo el verano pasado, julio, estaba en la playa de Benidorm con mi hermana. El sol, ese calor… ¡qué agobio! Y de repente, ¡zas!, me vino. Pero dos días después, ¡pum!, desapareció. ¡Qué susto! Pensé que me estaba volviendo loca. La verdad, me sentía fatal, mareada, con unos dolores horribles.

Ese día, justo después de comer paella – ¡qué rica estaba, a pesar de todo! – me vino de nuevo. Fue super raro. Ese viaje fue un caos, entre la playa, la gente, el calor… y mi regla jugando a las escondidas con mi cuerpo.

El estrés, el cambio de ambiente, eso influye mucho. Yo creo que fue eso, la mezcla de todo, el cambio brusco de rutina, dejar el trabajo por unas semanas…

• Viaje a Benidorm.
• Cambio de rutina.
• Estrés.
• Calor excesivo.

Pero lo peor fue la incertidumbre, no saber si era normal. Al final, lo consulté con mi ginecóloga en octubre, y me confirmó que sí, que es algo que puede pasar. Menos mal. Ahora, si me pasa otra vez, ya sé un poco más qué hacer. El susto fue monumental. Lo mejor fue la paella, esa paella me supo a gloria, a pesar de las molestias. ¡El mar, la arena! ¡Qué maravilla! ¡Qué asco también, por la regla!

Es completamente normal que el ciclo menstrual se altere por cambios importantes. El cuerpo es una cosa muy sensible. Lo peor es la incertidumbre, pero luego todo vuelve a la normalidad. No te alarmes demasiado.

¿Qué pasa cuando tu período es muy poco?

Mi período escaso me rayó mucho. Fue este año, creo que en abril. Estaba en Madrid, en el piso compartido cerca de Embajadores. Me vino la regla, pero super raro, casi nada. Me asusté.

Normalmente mancho un montón, necesito la copa menstrual tamaño grande, ¡siempre! Y ese mes, casi no usé ni el protector. Pensé: ¿estoy embarazada? ¡Imposible! Pero claro, la paranoia…

• Estaba súper estresada por el trabajo.
• Igual comía fatal, demasiada cafeína.
• Y además, estaba a tope con el gym. ¿Demasiado? Puede ser.

Fui a la doctora de cabecera, que me derivó a la ginecóloga. La gine me dijo lo típico: estrés, dieta, ejercicio… todo influye. Me hicieron análisis hormonales para descartar movidas chungas.

Afortunadamente, todo salió bien. Me dijo que relajara, que intentara dormir mejor y comer más sano. Y la verdad, al mes siguiente, todo volvió a la normalidad. Menudo susto me llevé.

¿Cuánto es lo mínimo que puede durar el período?

Dos días. Un suspiro rojo.

Dos días. El mínimo. La sangre fugaz, como un recuerdo desvaneciéndose.

Pero dos días… dos días, es suficiente? Suficiente para sentir el peso de la luna tirando, la promesa incumplida, la vida que no fue? Suficiente para limpiar, para renovar? No sé. Recuerdo el olor a tierra mojada después de la lluvia de este año en la huerta de mi abuela, un olor profundo, vital. Dos días… un simple manchado podría engañarte, hacerte creer que algo importante está pasando.

• Manchado: Ligero, fugaz, engañoso.
• Sangrado: Flujo real, con cuerpo, con historia.

¿Y la regularidad? Ah, la regularidad. Como las olas del mar, que parecen constantes, pero cada una es única, irrepetible. ¿Qué significa la regularidad cuando el cuerpo es un universo en constante cambio? Este año he sentido el sol más fuerte que nunca, quemando la piel, secando la tierra. Y eso, inevitablemente, afecta.

Si dudas, si sientes un eco de inquietud, escucha a tu cuerpo. Consulta a un médico. El susurro del cuerpo a veces es inaudible.

¿Dos días? Suficiente, quizá. Pero…

Información adicional:

• Cada cuerpo es un mundo.
• La regularidad es un ideal, no una obligación.
• Escucha tu cuerpo, siempre.

¿Cómo distinguir la regla de un embarazo?

¡Ay, la regla vs. el sangrado de implantación! Un lío hormonal digno de una telenovela brasileña.

La clave está en la intensidad y duración. Piensa en la regla como una fiesta: empieza suave, llega al apogeo y luego, ¡adiós, hasta el mes que viene! El sangrado de implantación, en cambio, es más un “hola, estoy aquí”, un susurro, una tímida aparición. Como si fuera un invitado que se apunta de última hora y se va sin hacer mucho ruido.

• Regla: Un río caudaloso. Aumenta gradualmente, alcanza su pico y decrece lentamente. Dura días, a veces semanas… ¡mi prima tuvo una de 10 días en 2024! Un verdadero maratón menstrual.
• Sangrado de implantación: Un simple charco. Ligero manchado, escaso y fugaz, normalmente un día o dos. ¡Puf!, y se acabó el show.

¿Otro dato clave? El color. La regla suele tener un tono más rojizo, mientras que el sangrado de implantación puede ser marrón oscuro o rosado. Como la diferencia entre un tomate maduro y una fresa pasada de moda.

Pero ojo, ¡que no hay reglas escritas en esto del cuerpo! Mi vecina tuvo un sangrado de implantación que parecía una mini regla… ¡un susto que le duró una semana! Por eso, ante la duda, una prueba de embarazo es tu mejor aliado. Y si no, ¡a consultar al ginecólogo! Él (o ella) te sacará de dudas mejor que yo con mis chistes.

Recuerda: Consultar a un profesional es siempre la mejor opción. Mi madre, con su experiencia, siempre decía: “Mejor prevenir que curar”, aunque a veces lo decía mientras se reía a carcajadas de algún comercial de cremas antiarrugas.

• Prueba de embarazo: Método definitivo para la confirmación.
• Ginecólogo: Profesional para dudas y orientación.
• Observación: La intensidad y el tiempo de duración son pistas importantes. Pero no reglas de oro.

¡Ánimo y suerte! Y que todo esto se convierta en una anécdota divertida cuando seas mamá/papá. ¡Que tengan un buen día!