¿Por qué salen los nevos?

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Los nevus, o lunares, surgen por una compleja interacción de factores genéticos y exposición solar intensa, especialmente en la infancia. Personas de piel clara y con mayor tiempo de exposición solar tienen mayor probabilidad de desarrollarlos.
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¿Por qué surgen los nevos (lunares)?

Los nevos, comúnmente conocidos como lunares, son crecimientos cutáneos pigmentados que varían en tamaño, forma y color. Su aparición se atribuye a una compleja interacción entre factores genéticos y la exposición solar intensa, particularmente durante la infancia.

Factores genéticos:

  • La predisposición genética juega un papel crucial en el desarrollo de nevos.
  • Ciertos genes influyen en la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel y a los lunares.
  • Las mutaciones en genes específicos pueden provocar una producción excesiva de melanina, lo que lleva a la formación de nevos.

Exposición solar intensa:

  • La exposición excesiva al sol, especialmente durante la infancia, es un factor de riesgo importante para desarrollar nevos.
  • Los rayos ultravioleta (UV) del sol dañan el ADN de las células de la piel, lo que puede conducir a cambios en la producción de melanina.
  • Las personas con piel clara y que pasan mucho tiempo al aire libre tienen mayor probabilidad de desarrollar un mayor número de nevos.

Interacción entre genética y exposición solar:

  • La interacción entre la predisposición genética y la exposición solar crea un escenario favorable para el desarrollo de nevos.
  • Los individuos con una predisposición genética y que experimentan una exposición solar intensa tienen un mayor riesgo de desarrollar nevos múltiples, de gran tamaño y anormales.

Otros factores:

  • Además de la genética y la exposición solar, otros factores también pueden contribuir al desarrollo de nevos, como:
    • Hormonas (por ejemplo, durante el embarazo)
    • Traumatismo cutáneo (por ejemplo, cortes o quemaduras)
    • Factores inmunológicos

Es importante recordar que, si bien los nevos suelen ser benignos, es esencial controlarlos regularmente para detectar cualquier cambio en su tamaño, forma o color. Las personas con numerosos nevos o nevos anormales deben consultar a un dermatólogo para una evaluación y seguimiento adecuados.