¿Por qué se me duerme la boca?

¡Ay, esa sensación de boca dormida! ¿A quién no le ha pasado? A mí, te juro, me ha dado cada susto… Recuerdo una vez, estaba en una presentación importantísima en el trabajo, ¡sudando la gota gorda del nervio! Y de repente… ¡pum! La mitad de la boca como si tuviera anestesia del dentista. Imagínate el show intentando hablar con media cara funcionando.

Siempre he escuchado lo del calcio, lo del azúcar bajo… y sí, a veces pienso que puede ser eso. Pero, a ver, seamos honestos, ¿quién lleva una dieta perfecta siempre? No creo que sea solo por eso, ¿sabes?

Yo creo que muchas veces es por la postura. ¿Has notado cómo duermes? Yo, a veces, me pillo con la boca abierta como un pez, o apretando la mandíbula como si me fuera la vida en ello. Debe de ser estrés, supongo. Porque, vamos a ver, si tienes un día tranquilo, sin presiones, ¿te pasa? A mí, normalmente, no.

Es verdad, es una lata. Algo pasajero, sí, la mayoría de las veces. Pero, si te empieza a pasar muy seguido… Ahí sí que me pongo mosca, ¿sabes? Pienso: “Uff, a lo mejor es algo más serio… ¿me estaré pasando de la raya con algo?”. Y entonces, inevitablemente, me entra el mini-ataque de hipocondría y me planteo ir al médico. Que, pensándolo bien, ¡igual no es tan mala idea! Mejor prevenir que curar, ¿no te parece?