¿Por qué tengo tanta candidiasis?

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Diversos factores predisponen a la candidiasis vaginal, incluyendo el uso de antibióticos, desequilibrios del pH vaginal, estrés, genética y enfermedades como la diabetes. No se transmite sexualmente, sino que se relaciona con un crecimiento excesivo de hongos.

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¿Por qué sufro tantas infecciones por cándida? Descifrando el misterio de las candidiasis recurrentes

La candidiasis vaginal, una infección común causada por el hongo Candida albicans, puede ser una experiencia frustrante y recurrente para muchas mujeres. Si te preguntas “¿por qué tengo tanta candidiasis?”, la respuesta no es simple y a menudo se encuentra en la confluencia de diversos factores que predisponen al crecimiento excesivo de este hongo, normalmente presente en la flora vaginal. Desentrañar estos factores es clave para romper el ciclo de las infecciones recurrentes.

Contrario a la creencia popular, la candidiasis vaginal no se considera una enfermedad de transmisión sexual. En lugar de ello, se origina por un desequilibrio en el delicado ecosistema vaginal, que permite a la Candida albicans proliferar más allá de sus niveles habituales.

Uno de los desencadenantes más comunes es el uso de antibióticos. Si bien son esenciales para combatir infecciones bacterianas, los antibióticos también pueden afectar a las bacterias “buenas” que mantienen a raya el crecimiento de la cándida. Esta disrupción en la flora vaginal crea un ambiente propicio para la proliferación del hongo.

El pH vaginal también juega un papel crucial. Un pH ligeramente ácido es fundamental para mantener un equilibrio saludable en la vagina. Alteraciones en este pH, ya sea por el uso de duchas vaginales, jabones perfumados o espermicidas, pueden favorecer el crecimiento de la cándida.

Más allá de los factores locales, el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a infecciones, incluyendo la candidiasis. La respuesta del cuerpo al estrés puede alterar el equilibrio hormonal y la composición de la flora vaginal, incrementando el riesgo de un crecimiento excesivo de cándida.

La genética también puede influir en la predisposición a las candidiasis recurrentes. Algunas mujeres tienen una predisposición genética a tener un sistema inmunológico menos eficaz contra la Candida albicans. Esta predisposición, combinada con otros factores de riesgo, puede explicar la recurrencia de las infecciones.

Finalmente, ciertas enfermedades, como la diabetes mal controlada, pueden aumentar el riesgo de candidiasis. Los niveles elevados de glucosa en sangre crean un ambiente ideal para el crecimiento de la cándida, facilitando su proliferación y dificultando su erradicación.

Si sufres de candidiasis recurrentes, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Identificar la causa subyacente es esencial para un tratamiento efectivo y para prevenir futuras infecciones. No te automediques, ya que esto puede empeorar la situación. Un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado son la clave para romper el ciclo de las candidiasis y recuperar el equilibrio de tu salud vaginal.