¿Qué antibiótico mata la Salmonella?

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Para tratar la Salmonella, se emplean antibióticos como ciprofloxacino, azitromicina y ceftriaxona, administrados durante varios días. En niños, se usa trimetoprima-sulfametoxazol. En casos graves, como bacteriemia, el tratamiento puede prolongarse a varias semanas con los mismos antibióticos.
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Tratamiento antibiótico para la Salmonella

La Salmonella es una bacteria que puede causar una variedad de infecciones, incluida la gastroenteritis (infección estomacal). En la mayoría de los casos, la infección por Salmonella se autolimita y desaparece en pocos días sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, el tratamiento con antibióticos se vuelve necesario.

Antibióticos para tratar la Salmonella

Los siguientes antibióticos se utilizan comúnmente para tratar la Salmonella:

  • Ciprofloxacino: Un antibiótico fluoroquinolona que se administra por vía oral. Es efectivo contra la mayoría de las cepas de Salmonella.
  • Azitromicina: Un antibiótico macrólido que se administra por vía oral. Es efectivo contra la mayoría de las cepas de Salmonella, pero puede ser más eficaz en niños que en adultos.
  • Ceftriaxona: Un antibiótico cefalosporínico que se administra por vía intravenosa o intramuscular. Se usa en casos más graves de infección por Salmonella, como bacteriemia (infección del torrente sanguíneo).
  • Trimetoprima-sulfametoxazol (TMP-SMX): Una combinación de antibióticos que se administra por vía oral. Se usa principalmente en niños para tratar la infección por Salmonella.

Duración del tratamiento

La duración del tratamiento con antibióticos varía según la gravedad de la infección. En la mayoría de los casos de gastroenteritis por Salmonella, el tratamiento dura 5 a 7 días. En casos más graves, como bacteriemia, el tratamiento puede prolongarse a varias semanas.

Consideraciones especiales

  • Las fluoroquinolonas, como el ciprofloxacino, no deben usarse en niños menores de 18 años porque pueden causar daño al cartílago de crecimiento.
  • La azitromicina no debe usarse en personas con enfermedad hepática grave.
  • Las cefalosporinas, como la ceftriaxona, no deben usarse en personas alérgicas a la penicilina.
  • Es importante completar todo el curso de tratamiento con antibióticos, incluso si los síntomas mejoran, para prevenir la resistencia a los antibióticos.

Es esencial consultar con un profesional de la salud para determinar el antibiótico y la duración del tratamiento adecuados para cada caso individual de infección por Salmonella.