¿Qué baja la sal en el cuerpo?

Uf, ¿qué baja la sal en el cuerpo? Pues, lo primero que me viene a la mente, y creo que es lo más obvio, es… ¡comer menos sal! ¿No te parece? A ver, es que si metes menos sal, pues lógicamente tendrás menos sal dando vueltas por ahí dentro. Suena simple, ¿verdad? Pero a veces lo simple es lo que más cuesta.

Recuerdo a mi abuela, que le encantaba echarle sal a todo. ¡A todo! Hasta a la sandía, te lo juro. Y claro, luego tenía la tensión por las nubes. El médico le decía que le bajara a la sal, pero… ¿quién le decía a mi abuela lo que tenía que hacer en su cocina? Imposible. Al final, aprendió a las malas, y vaya, ojalá lo hubiera hecho antes.

Dicen, y he leído por ahí, que reducir la sal ayuda a bajar la presión arterial. Algo así como que si bajas la sal, baja la presión, y si baja la presión, pues menos riesgo de… bueno, ya sabes, de cosas feas relacionadas con la hipertensión. No sé las cifras exactas, ni me voy a poner aquí a citar estudios, pero vamos, que tiene sentido, ¿no? Si algo te hace mal, pues mejor quitarlo o reducirlo. Como con el azúcar, con las grasas… con todo, supongo.

En mi caso, intenté reducir la sal hace un tiempo. No fue fácil, la verdad. Al principio, la comida me sabía sosa, insípida… ¡un horror! Pero poco a poco me fui acostumbrando. Empecé a usar otras especias, hierbas aromáticas… ¡y un mundo nuevo se abrió ante mí! Ahora disfruto mucho más de los sabores naturales de los alimentos. Y, aunque no me he medido la presión arterial últimamente, me siento mejor. Más ligera, con más energía… No sé si será por la sal, o por otras cosas, pero bueno, algo habrá ayudado, ¿no crees? En fin, que si te preocupa la sal, mi consejo es que empieces poco a poco, experimentando en la cocina. ¡Verás qué cambio!