¿Qué beneficios tiene la luz amarilla?

¿Cuáles son los beneficios y ventajas de la luz amarilla para la salud?

¡A ver, a ver, la luz amarilla! Recuerdo cuando trabajaba hasta las tantas en la universidad, allá por 2010, y un amigo me dijo que probara con una lámpara amarilla.

Al principio pensé que era una tontería, pero debo admitir que noté una diferencia. La luz blanca me dejaba con los ojos hechos polvo después de horas delante del ordenador, ¿sabes? Con la amarilla, sentía menos tensión, como si mis ojos respiraran un poco mejor. Igual era sugestión, pero funcionaba.

Creo que eso de la “fatiga visual” es real. La luz amarilla es más suave, menos agresiva. Por eso igual es mejor para leer por la noche o para trabajos que requieren mucha concentración visual. No sé… ¡Igual me estoy inventando todo!

Ahora, ¿luz blanca o amarilla para trabajar? Pues depende de lo que hagas, supongo. Igual para dibujar o algo que necesites mucha precisión, la blanca es mejor. ¡Pero para leer o escribir, la amarilla me parece más agradable!

Preguntas y respuestas breves:

• Beneficio principal: Reduce la fatiga visual.
• Ideal para: Trabajos que requieren largas horas de lectura o escritura.
• Alternativa a: Luz blanca, que puede causar tensión ocular.
• ¿Blanca o amarilla para trabajar?: Depende del tipo de tarea.
• ¿Dónde comprar?: Tiendas de iluminación o electrónica.

¿Qué luz es mejor para la vista, la blanca o la amarilla?

¡Ay, madre mía, qué dilema existencial! Blanca o amarilla… ¡como elegir entre un chihuahua y un mastodonte! La luz blanca, amigos, es la ganadora por KO técnico. Le gana a la amarilla en cuanto a fatiga visual. Es como comparar un maratón con una carrera de caracoles. ¡La blanca es la velocidad de la luz, la amarilla, un caracol en pijama!

Menos fatiga ocular, ¿qué más se puede pedir? Con la blanca, adiós a los dolores de cabeza que te dejan hecho un flan. Es como si tus ojos tuvieran un spa de lujo, 24/7. Olvídate de esos ojos hinchados que parecen dos pelotas de ping-pong.

¡Ya ves! Como cuando comparas el sabor de un mojito cubano con el de un agua de grifo… Ni punto de comparación. Y eso que yo, este año, he pasado más tiempo con mi linterna frontal de luz amarilla buscando mis calcetines perdidos que cualquier otra cosa… ¡Un drama, la verdad!

Ah, y por cierto, este año, mi oftalmólogo, el doctor Sánchez (¡un crack!), me confirmó lo mismo: la luz blanca es la reina de la vista. Me dijo que hasta mi gata, Clementina, lo nota. Aunque ella prefiere dormir la siesta con la luz de la calle, que es… amarilla. ¡Qué cosas!

• Menos cansancio: La blanca, es un chute de energía para tus ojos. Como un Red Bull, pero sin el azúcar.
• Adiós dolores de cabeza: ¡Se acabaron los migrañones! ¡Es un milagro!
• Mejor para la vista: Sí, es como si tus ojos dijeran: “¡Gracias, por fin alguien nos cuida!”.

Recuerda: Este año he aprendido a base de golpes (y calcetines perdidos). ¡Elige la blanca!

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