¿Qué causa los retortijones en el estómago?

¿Qué causa esos malditos retortijones? Ay, Dios mío, ¿quién los entiende? A mí me dan un miedo… esa sensación, ¿sabes? Como si te ataran un nudo en las tripas y te lo apretaran con fuerza, una molestia que te deja doblado. A veces es culpa mía, claro. Como esa vez que me comí toda esa bandeja de tacos al pastor a las dos de la mañana… ¡qué locura! Me pasé la noche retorciéndome, pensando que iba a explotar. Luego recuerdo otros momentos, situaciones de mucho estrés, exámenes importantes, una discusión con mi pareja… ¡pum! Retortijones instantáneos. Me dan ganas de llorar, ¡de verdad!

Y es que, a veces, es solo gas, ¿no? Un simple exceso de fibra, o algo que no se digiere bien. Pero otras veces… me da un miedo terrible pensar que pueda ser algo más, alguna intolerancia que no he descubierto. ¿Será que soy intolerante a la lactosa? ¡Odio pensarlo porque adoro el queso! He leído, ¡y esto es verdad!, que el 70% de la población mundial tiene algún tipo de problema de digestión, así que… ¡no estoy sola, al menos! Pero claro, saber eso no quita lo incómodo que es.

En fin, el estómago, qué cosa más delicada. Es como un bebé caprichoso, hay que mimarlo, ¿verdad? Con buena comida, con tranquilidad, con mucho cariño… y si se porta mal, pues… ¡a recurrir a la manzanilla! Eso sí que es un remedio de la abuela, que funciona de maravilla. Ojalá todos los problemas del mundo se solucionaran con una tacita de manzanilla caliente, ¿no? Uno sueña.