¿Qué causa puntos de sangre en la piel?

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La aparición de puntos de sangre en la piel, petequias, se debe a la ruptura de pequeños vasos sanguíneos. Acumulaciones mayores de sangre bajo la piel forman púrpuras o, en caso de hematomas extensos, equimosis, mostrando diferentes tamaños y tonalidades según la gravedad del daño vascular.

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El Misterio de los Puntos Rojos: Descifrando las Petequias y Otras Hemorragias Cutáneas

La aparición de pequeños puntos rojos en la piel, a menudo descritos como si fueran salpicaduras de sangre, puede generar alarma. Estos puntos, médicamente conocidos como petequias, son el resultado de la rotura de pequeños vasos sanguíneos capilares, dejando escapar glóbulos rojos que se acumulan justo debajo de la superficie de la epidermis. Pero, ¿qué desencadena esta fragilidad capilar y qué otros signos debemos considerar?

La respuesta no es única y abarca un amplio espectro de causas, desde las más benignas hasta las que requieren atención médica urgente. Es fundamental comprender que el tamaño y la distribución de estas hemorragias cutáneas ofrecen valiosas pistas para el diagnóstico. Las petequias son, por definición, pequeñas (menos de 3 mm de diámetro) y no desaparecen al presionarlas con un dedo. Acumulaciones mayores de sangre bajo la piel forman púrpuras (entre 3 y 10 mm), mientras que las equimosis, comúnmente conocidas como moratones, son las más grandes y de tonalidad más oscura, resultando de una hemorragia más extensa.

Causas comunes de petequias y hemorragias cutáneas:

  • Esfuerzo físico intenso: Tos, vómitos, o el esfuerzo durante el parto pueden aumentar la presión sanguínea, lo que puede provocar la ruptura de capilares frágiles. En estos casos, las petequias suelen ser aisladas y no presentan otras manifestaciones.

  • Trastornos de la coagulación: Condiciones como la trombocitopenia (bajo recuento plaquetario), la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) o la hemofilia pueden incrementar significativamente la propensión a sangrados espontáneos, incluyendo petequias, púrpuras y equimosis. En estos casos, las hemorragias suelen ser numerosas y diseminadas.

  • Infecciones: Algunas infecciones virales o bacterianas, como la mononucleosis infecciosa o la endocarditis infecciosa, pueden dañar los vasos sanguíneos, provocando petequias como manifestación secundaria. A menudo, estas infecciones presentan otros síntomas concomitantes como fiebre, fatiga y dolor de garganta.

  • Deficiencias vitamínicas: La deficiencia de vitamina C (escorbuto) o vitamina K puede afectar la síntesis del colágeno y la coagulación sanguínea, favoreciendo la aparición de petequias y hematomas.

  • Medicamentos: Algunos fármacos, como los anticoagulantes, aspirina en dosis elevadas o ciertos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), pueden aumentar el riesgo de sangrado y la aparición de petequias.

  • Reacciones alérgicas: En casos de reacciones alérgicas severas, la vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos) puede provocar petequias y púrpuras.

  • Cáncer: En algunos casos, la presencia de petequias puede ser un signo de leucemia u otros tipos de cáncer que afectan la médula ósea.

¿Cuándo debo consultar a un médico?

La aparición de petequias, especialmente si son numerosas, se acompañan de otros síntomas (fiebre, fatiga, dolor articular, etc.), o se producen sin causa aparente, requiere una consulta médica inmediata. Un profesional de la salud podrá realizar un examen físico completo, solicitar análisis de sangre para evaluar el recuento plaquetario y la coagulación, y determinar la causa subyacente de las hemorragias cutáneas. Un diagnóstico oportuno es crucial para implementar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.

En conclusión: La presencia de puntos de sangre en la piel puede ser un signo de diversas condiciones, desde inofensivas hasta graves. La evaluación por un médico es esencial para determinar la causa y el tratamiento adecuado, evitando la automedicación y asegurando una pronta resolución del problema.