¿Qué color ve mejor el ojo?

¿De verdad hay un color que vemos “mejor”? Me parece una pregunta curiosa, ¿no? O sea, claro, uno piensa inmediatamente en lo brillante que se ve el amarillo de un chaleco reflectante en la noche, o cómo resalta una señal verde en medio de un paisaje. Pero, ¿”mejor”? No sé…

Dicen que durante el día, el verde es el rey. Que nuestros ojos lo captan a mayor distancia. Imagino que tiene sentido, evolutivamente hablando. Piensen en nuestros ancestros, rodeados de follaje, buscando comida entre las hojas. Un destello verde entre la maleza… ¡Comida! ¿Será por eso que el verde nos tranquiliza? A mí, personalmente, me encanta el verde de los bosques, me transmite una paz…

Ahora, en la oscuridad, la cosa cambia. Ahí el amarillo toma la delantera. ¿Quién no ha visto a un trabajador de la construcción con su chaleco amarillo casi brillar en la penumbra? Es impresionante. Recuerdo una vez, conduciendo de noche por una carretera secundaria, y de repente, ¡bam! Un ciervo con los ojos reflejando la luz de los faros, como dos puntos amarillentos. Me dio un susto… menos mal que frené a tiempo. Dicen que es por los “bastones”, unas células en nuestros ojos que son súper sensibles a la poca luz. No sé mucho de ciencia, pero la verdad es que funciona.

Leí por ahí –no me pregunten dónde, que no me acuerdo– que el amarillo se ve como un 2.5% más grande que otros colores, por eso lo usan en señales de advertencia y cosas así. No sé si será verdad, pero suena lógico, ¿no? Es como si el amarillo gritara: “¡Eh, mírame!”.

En fin, que al final, no sé si hay un color “mejor”. Depende, ¿no? Del contexto, de la luz… Para mí, el mejor color siempre va a ser el azul del mar en un día soleado. Me recuerda a las vacaciones, a la tranquilidad… ¿Y para ustedes? ¿Cuál es ese color que les roba el aliento?