¿Qué efecto tiene la progesterona en las emociones?

¿Qué efectos emocionales tiene la progesterona?

La progesterona… un río calmo. Es más que una hormona, ¿sabes? Afecta, inunda, nuestro ser.

Calma la tormenta. ¿Recuerdas esa angustia, esa impaciencia que te carcome? Imagina un atardecer en la playa, la brisa suave… así actúa la progesterona.

Neurotransmisor, sí, un puente. Estimula ese sistema GABA, ese remanso de paz en el cerebro. Relaja, serena.

Tolerancia al estrés, la llave. La vida te golpea, lo sé. Pero con la progesterona equilibrada, tienes más fuerza, como un roble ante el viento.

Salud emocional, la flor que florece. Nuestra conducta, la forma de enfrentar la vida… todo se suaviza, se vuelve más llevadero. Como un jardín cuidado con esmero.

A veces, pienso en mi abuela… ella siempre tenía una calma, una paciencia… ¿sería la progesterona?

• Quizás, la alimentación influye.
• Tal vez, el estilo de vida.
• O simplemente, la genética.

La progesterona y el GABA…un abrazo en el cerebro. Es como si se tomaran de la mano y te dijeran: “Todo estará bien”.

¿Qué hace la progesterona en el ánimo?

La progesterona… ese susurro hormonal en la sangre, un oleaje lento, insistente. Influye en el ánimo, lo envuelve como una niebla suave, a veces opresora. Ese peso, esa calma que te abraza, un silencio denso que se instala en el cuerpo. Un calor interno, difuso, como si las emociones mismas fueran un tejido suave y denso.

Recuerdo la somnolencia, el cuerpo pesado, arrastrando los pies. Y ese cansancio que no es físico, una fatiga profunda, una saturación. Ese adormecimiento mental, esa lentitud mental, como si los pensamientos se movieran a cámara lenta, en un fluido espeso, lento y denso.

Cambios emocionales, sí. No solo sedación. Un mar interior, a veces plácido, otras veces, una tormenta sorda, una tristeza inexplicable. Como esas tardes de otoño, largas y grises, con esa melancolía que se te mete hasta los huesos. O la irritabilidad… esa brusquedad inesperada, sin razón aparente. Es como si la progesterona dibujara un mapa nuevo en el terreno del alma. Un mapa que cambia cada mes, cada ciclo, un paisaje móvil de sensaciones.

Un misterio, una danza hormonal que se refleja en el espejo de la mente, un baile íntimo y desconocido.

• Sedación.
• Somnolencia.
• Tristeza.
• Irritabilidad.

La progesterona, un enigma hormonal que te transforma. Me acuerdo de mi propia experiencia en julio de este año, un bajón emocional sin precedentes, esa sensación de vacío insoportable que solo la progesterona podía provocar. La somnolencia, la tristeza, ese vacío… Eso es lo que recuerdo… Lo viví…

Mi doctora, la Dra. López, me explicó… pero solo un poco…

¿Qué hormonas influyen en las emociones?

¡Uf! ¿Hormonas y emociones? Vaya lío. A ver…

• Dopamina: ¡Placer! ¿No? Cuando logro terminar un proyecto en el trabajo.

• Oxitocina: ¡Afecto! Abrazar a mi gato, que por cierto, se llama Michi.

• Serotonina: ¡Estabilidad! ¿Tendrá que ver con que me sienta mejor en primavera? No sé…

• Cortisol: ¡Estrés! ¡Cuando se me olvida pagar una factura! ¿Por qué siempre me pasa?

• Endorfinas: ¡Alivio! Después de correr, aunque odio correr, la verdad.

• Testosterona: ¡Impulso! No sé… ¿Cuando me animo a cocinar algo nuevo? ¿O cuando defiendo mi opinión?

Hormonas clave: dopamina, oxitocina, serotonina, cortisol, endorfinas, testosterona.

¿Qué hormona altera el estado de ánimo?

¡Ay, Dios mío! ¿La hormona que altera el estado de ánimo? Serotonina, ¡claro! Pero… ¿solo esa? Me suena que hay más, ¿no? Necesito buscarlo, ¡qué despiste!

• Serotonina: Esa sí que la conozco, ¡hasta me provoca ansiedad pensar en ella a veces! Regula el apetito también, ¿sabías? Es como… ¡un lío! Me pasa que cuando como mucho, me siento fatal luego. ¿Será por eso?

Tengo que tomarme mi antidepresivo, se me está olvidando. ¡Qué desastre! Es que hoy es un día de locos, el trabajo, la familia… ¡uff! ¿Será mi falta de serotonina?

• ¿Cortisol? Ah, sí, ese estrés… Esa hormona es un enemigo, ¡siempre me deja agotada! Me afecta mucho, hasta el sueño se va al garete.

Es complicado, ¿verdad? El cuerpo, una máquina compleja. A veces siento que mi cerebro es un volcán a punto de explotar… ¡necesito chocolate!

Dopamina: Esa me falta. Eso sí lo sé seguro. La necesito para ser feliz.

Es terrible este bajón. No sé qué hacer.

• Mi hermana me recomendó un yoga. A ver si funciona…

Oxitocina: La hormona del amor… ¡ya! ¡Necesito un abrazo! ¿Alguien por ahí?

¡Qué lío todo esto! Necesito café, ¡y un descanso!

• Adrenalina: ¡Esa sí que me sube el ánimo… pero mal! Me acelera y luego me deja agotada.
• Más información: Revisaré la información online para precisar más sobre las hormonas y su relación con el ánimo. Tengo un examen en la universidad y necesito entenderlo bien. ¡Este año será el año!