¿Qué efectos tienen los eclipses en la salud?

¡Ay, Dios mío, este eclipse! La verdad, me da un poco de cosilla, ¿saben? Sí, ya sé que es un espectáculo de la naturaleza impresionante, una cosa que pasa cada no sé cuántos años y que todos andan emocionadísimos por ver. Pero… ¿y si nos quedamos ciegos?

Es que, en serio, la idea de mirar al sol directamente me pone los pelos de punta. Me acuerdo de cuando era niña y mi abuela, que en paz descanse, siempre me decía: “¡Ni se te ocurra mirar al sol, que te quedas ciega!” Y uno le hacía caso, ¿verdad? Pero ahora, que ya soy mayor y entiendo un poco más, me da hasta más miedo.

Pienso en los daños a la retina, en las posibles alteraciones visuales… ¡Uf, qué angustia! ¿No les pasa a ustedes? A lo mejor soy yo que soy un poco aprensiva, pero… ¡Es que la vista es tan importante! Me acuerdo cuando mi primo Luis tuvo un accidente y estuvo a punto de perder un ojo… fue horrible. Desde entonces le tengo mucho más respeto a todo esto.

Así que, bueno, creo que voy a disfrutar del eclipse de forma segura. Ya compré mis lentes especiales, esos que están certificados y que no te dejan pasar la luz dañina. O a lo mejor lo proyecto con una caja, como hacen en la escuela de mi sobrina. No sé, ya veré.

Lo que sí sé es que no pienso arriesgar mi vista por unos segundos de imprudencia. ¿Vale la pena? ¡Para nada! Prefiero contarlo a mis nietos a que me lo cuenten a mí sin poder ver el espectáculo. Mejor prevenir que lamentar, ¿no creen? Y ustedes, ¿cómo piensan disfrutar del eclipse? ¡Espero que todos se cuiden mucho!