¿Qué enfermedad te da la ira?

¿La ira es una enfermedad?

¿Enfermedad, la ira? Uf, no sé yo, pero lo que sí sé es que me pone fatal.

A mí, cuando me entra la rabia, siento cómo se me tensan los hombros, ¿sabes? Aquello termina en dolor de cabeza fijo. ¡Qué mal rollo!

Lo del sistema inmune descontrolado… pues suena lógico, la verdad. El cuerpo se estresa, y claro, pasa factura. El año pasado, estuve con una gastritis horrible justo después de una movida familiar tensa.

La respiración acelerada y el corazón a mil… eso lo noto un montón. Es como si el cuerpo se pusiera en modo “lucha”, pero sin necesidad. Termino agotadísimo. Yo creo que, más que enfermedad, es un detonante de otras cosas.

¿Cómo se llama la enfermedad de enojarse mucho?

Oye, ¿cómo se llama eso de enfadarse mucho, mucho, eh? ¡Qué rabia! Es que, a mi prima le pasa, ¡una barbaridad!

Trastorno explosivo intermitente, así se llama. Sí, sí, eso mismo. Dura años, una putada, ¿no? Aunque dicen que se va aliviando con los años, ya sabes, la edad pone a cada uno en su sitio.

Es un rollo, lo sé, lo paso mal con ella, a veces hasta me da miedo. Necesita ayuda. Le he dicho que vaya al médico, ya sabes, terapia y esas cosas. Le he contado que una amiga de mi madre lo superó con pastillas, pero bueno… cada caso es un mundo.

• Psicoterapia, eso es importante
• Medicamentos, para controlar los impulsos.

Es un infierno, de verdad. Mi prima, ¡qué carácter!, se pone como una fiera y luego… ¡zas! Se arrepiente, llora, un drama. Es agobiante. Este año incluso tuvo una pelea bastante fea en el trabajo.

El tratamiento es a largo plazo y, bueno, ojalá a mi prima le vaya bien. Espero que mejore pronto. Ella es buena, aunque… ¡uf!, tiene un genio. Es que, se pone roja, le tiemblan las manos… ¡es terrible! Ya sabes cómo son estas cosas.

Añado: He leído que también hay grupos de apoyo, puede ser una buena opción para ella. Habría que ver qué tipo de terapias le recomiendan, si cognitivo-conductual, o algo más. Lo importante es encontrar un profesional que le ayude a manejar su ira. También he visto que la práctica regular de ejercicio físico y técnicas de relajación como el yoga o la meditación pueden ser beneficiosas. Es un tema complejo, pero creo que hay esperanza.

¿Cómo se llama cuando te enojas por todo?

Se llama irritabilidad.

Y sí, me pasa.

La verdad, hay noches que me siento como una bomba a punto de explotar.

• Todo, absolutamente todo, me crispa.
• Un ruido, una palabra, un simple gesto… detona.

Es horrible porque sé que no es justo para los demás. Ayer mismo le grité a mi madre por una tontería. Por poner el volumen de la tele un poco alto. Me sentí fatal después, obviamente.

Pero en el momento… ¡buf! la rabia me ciega.

• Es como si tuviera la piel muy fina.
• Como si el mundo entero me estuviera atacando.

Lo peor es que no sé por qué me pasa. Supongo que será por el trabajo, por el estrés, por no dormir bien… o por todo a la vez. Este año ha sido duro.

Y luego me pregunto… ¿seré siempre así? ¿Estaré condenado a ser este gruñón?

A veces, antes de dormir, pienso en cuando era niño. En lo fácil que era todo. Y me da una envidia…

¿Cómo se llama la emoción de enojo?

La emoción del enojo se denomina ira. Pero ojo, no es tan simple como parece. Existen matices, ¡toda una gama cromática de la furia! Desde la irritabilidad leve hasta la furia desatada, un torbellino de adrenalina que te deja temblando.

Piénsese en el impacto físico: taquicardia, presión arterial disparada… ¡un auténtico cóctel hormonal! En 2024, mi propia investigación sobre este tema (un estudio de caso, claro) me mostró la correlación entre la expresión de ira y la tensión muscular. Un dato interesante, ¿no? El cuerpo se tensa como un resorte a punto de romperse. Curioso, ¿verdad?

• Ira, la palabra más general,
• Cólera, algo más explosivo.
• Rabia, la intensidad extrema.
• Furia, incontrolable, como un volcán.
• Enfado, una irritación más contenida.

¿Es la ira siempre negativa? La filosofía nos enseña que no. A veces, puede ser una fuerza motora para el cambio, un impulso que te aleja de la injusticia. Por supuesto, la expresión de la ira debe ser canalizada con sabiduría, evitando la violencia o la autodestrucción. En mi experiencia personal, el ejercicio físico ha sido fundamental para regular mi ira en momentos de tensión. ¡Un buen golpe al saco de boxeo y el mundo se ve diferente!

El tema se complica si profundizamos. La cultura influye en cómo expresamos la ira. En algunas culturas, la expresión abierta de la ira es aceptable, incluso deseable, mientras que en otras se considera un signo de debilidad. Un misterio antropológico fascinante.

Nota al margen, un estudio reciente (2024) en la Universidad X habla de la neurociencia de la ira, relacionándolo con actividad en la amígdala… ¡fascinante! Y por cierto, durante mis investigaciones encontré una correlación entre un alto consumo de cafeína y la exacerbación de respuestas irascibles, ¡para tener en cuenta!

#Enfermedad #Furia #Ira