¿Qué enfermedades puede causar el sarro dental?

Vale, a ver, vamos a darle una vuelta a esto del sarro dental para que suene menos a prospecto de dentífrico y más a charla entre amigos, ¿te parece?

¿Qué enfermedades puede causar el sarro dental? Uf, mejor que ni te lo imagines…

Mira, te voy a contar una cosa. Yo siempre he sido bastante despistado con el tema del cepillado. Sí, sí, lo típico, a veces con prisas, a veces con pereza… ¡Lo confieso! Y claro, ¿el resultado? Pues un sarrito que otro. Al principio no le daba importancia, “bah, es una manchita”, pensaba. ¡Qué equivocado estaba!

Lo que pasa es que el sarro dental, esa cosa dura y amarillenta que se acumula en los dientes, no es solo un problema estético, ¿sabes? Puede provocar una movida bastante seria llamada periodontitis (o enfermedad de las encías).

¿Periodonti… qué? Suena a nombre de dinosaurio, ¿verdad? Pero es mucho peor. Básicamente, es una infección que se come tus encías y el hueso que sujeta los dientes. ¿Te imaginas? Daña, daña muchísimo. Y lo peor es que, si no la tratas, te puedes quedar sin dientes. ¡Sin dientes! Y te hablo desde el susto, porque a mí me empezó a sangrar un poquito la encía cuando me cepillaba y, ¡madre mía!, qué angustia pasé hasta que el dentista me lo solucionó.

Es que, piénsalo un momento: el sarro es como un imán para las bacterias. Ahí se esconden, se multiplican y empiezan a atacar tus encías. Primero las inflaman, luego las hacen sangrar, y si no haces nada, se meten más adentro y te fastidian el hueso. Y claro, un diente sin hueso… ¿qué le queda?

Así que, ojo, eh. Cepillarse bien, usar hilo dental y, sobre todo, ir al dentista regularmente. ¡No te confíes! Porque luego vienen los sustos, las visitas de urgencia y, en el peor de los casos, tener que ir con la dentadura postiza antes de tiempo. ¿De verdad quieres eso? Yo creo que no, ¿verdad? Más vale prevenir que curar, ¡siempre!

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