¿Qué es met en histología?

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En histología, el Microscopio Electrónico de Transmisión (MET) es una herramienta clave. Requiere la preparación de muestras tisulares en cortes ultrafinos para permitir el paso de electrones. Esta técnica permite observar la ultraestructura celular con gran detalle, revelando orgánulos y componentes moleculares con alta resolución.

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Más Allá de la Luz: El Microscopio Electrónico de Transmisión (MET) en Histología

La histología, el estudio microscópico de los tejidos, ha experimentado una revolución gracias al desarrollo de nuevas tecnologías. Entre ellas, destaca el Microscopio Electrónico de Transmisión (MET), una herramienta indispensable para desentrañar la intrincada arquitectura celular a niveles que escapan a la capacidad de los microscopios ópticos. Mientras que estos últimos utilizan luz visible, el MET emplea un haz de electrones para generar imágenes, lo que permite una resolución incomparablemente mayor.

Pero, ¿qué significa exactamente “MET en histología”? Significa la aplicación de la microscopía electrónica de transmisión para el análisis de tejidos biológicos. A diferencia de la observación con microscopios ópticos, que ofrecen imágenes a nivel celular, el MET penetra en el mundo de la ultraestructura celular, revelando detalles con una resolución de hasta unos pocos angstroms. Esto permite visualizar con claridad estructuras subcelulares como ribosomas, membranas celulares, el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi, mitocondrias, y componentes incluso más pequeños, como las proteínas de membrana o ciertos complejos macromoleculares.

La capacidad del MET para proporcionar este nivel de detalle se basa en su intrincada preparación de muestras. A diferencia de las técnicas de tinción utilizadas en microscopía óptica, la preparación de muestras para MET requiere un proceso complejo y meticuloso. El tejido debe ser fijado cuidadosamente para preservar su estructura, luego deshidratado y embebido en una resina que permite obtener cortes ultrafinos, con un grosor que se mide en nanómetros. Estos cortes extremadamente delgados son necesarios para que el haz de electrones pueda atravesarlos y formar una imagen. Posteriormente, las secciones se contrastan con metales pesados, como el uranio o el plomo, para aumentar el contraste de las diferentes estructuras celulares y hacerlas visibles en la imagen final.

El resultado final es una imagen en blanco y negro, con un alto contraste que permite diferenciar las diferentes densidades electrónicas de los componentes celulares. Esta información es crucial para comprender procesos celulares complejos, como la endocitosis, la exocitosis, la síntesis de proteínas, la organización del citoesqueleto o incluso la presencia de virus o bacterias dentro de las células.

En resumen, el MET en histología representa un salto cualitativo en nuestra capacidad para visualizar y comprender la complejidad de los tejidos. Su uso permite realizar estudios de gran precisión, aportando información esencial en campos como la biología celular, la patología, la farmacología y la investigación de enfermedades. Aunque la técnica requiere de una preparación compleja y especializada, la información que proporciona es inigualable en su detalle y precisión, abriendo ventanas a un universo microscópico fascinante y crucial para el avance de la ciencia.