¿Qué es peor, tener el potasio alto o bajo?

¿Qué es peor, tener el potasio alto o bajo? Uff… es que… ¿cómo decirlo? Me da una cosa rara solo pensarlo. Personalmente, y quizás sea una paranoia mía, me aterra más lo bajo. ¿Te imaginas que baje tanto que… bueno, ya sabes? Que se ponga la cosa fea. Me da un escalofrío solo de escribirlo. Casi prefiero –y digo casi– lidiar con que esté un poco alto, aunque sea un rollo tener que controlarlo, a que me digan que está por los suelos. ¡Qué angustia!

Recuerdo una vez, mi tía –la del pueblo, ¿sabes?–, tuvo un susto tremendo con el potasio. No sé si era alto o bajo, la verdad, pero terminó en el hospital. Y claro, todos preocupadísimos. Creo que al final fue por una dieta muy rara que estaba haciendo, una de esas que prometen milagros. Desde entonces, yo le digo: “¡Tía, con la salud no se juega!” A ver, entiendo que uno quiera cuidarse, pero hay que hacerlo con cabeza, ¿no?

Además, he leído por ahí –no me preguntes dónde, porque ahora no me acuerdo– que el potasio bajo puede afectar al corazón. Y eso sí que me da pánico. Ya bastante tengo con mis propios dramas como para encima añadirle problemas cardíacos. No sé, a lo mejor estoy exagerando, pero es que… ¡es el corazón! Quizás me estoy dejando llevar por el miedo, pero creo que es algo bastante serio. No es como tener un poco de colesterol, ¿verdad? Esto del potasio parece más… delicado.