¿Qué glándula estimula la salivación?

¡Ay, la salivación! ¿A quién no le ha pasado que se le hace agua la boca al pensar en un buen plato? Es algo tan… instintivo, ¿verdad? Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar qué es exactamente lo que lo provoca?

Me pongo a pensar, y ¡me alucina! Miles de glándulitas ahí dentro, currando sin descanso. ¡Un ejército microscópico dedicado a mantener nuestra boca hidratada! Las más famosas, las más grandes, son las submandibulares y sublinguales. Seguro que las has oído nombrar alguna vez en clase de biología… Pero, a ver, si te soy sincera, yo hasta que no empecé a investigar un poco no tenía ni idea de lo importante que era todo esto.

Es que, piénsalo bien, no es solo cuestión de tragar la comida. La saliva hace mucho más. ¡Es como el lubricante de un motor! Ayuda a empezar la digestión, protege nuestros dientes… ¿Te imaginas cómo sería comer sin saliva? ¡Un rollo! Todo pastoso, imposible de tragar… ¡Puaj!

Y luego está el tema de los sabores. Sin la saliva disolviendo la comida, ¡no sabríamos a nada! Sería como ver una película en blanco y negro, ¿sabes? ¿Te acuerdas de cuando tenías un catarro y no te sabía nada la comida? Pues algo así, pero ¡siempre!

Lo que quiero decir es que es fascinante la complejidad de algo tan cotidiano. Un pequeño milagro, sinceramente, que pocas veces valoramos. ¿No crees?