¿Qué hace la sal en los pies?

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La sal, en agua tibia, actúa como un eficaz remedio casero. Reduce la inflamación en pies hinchados, alivia el dolor, exfolia suavemente la piel, combate callosidades y hongos, y proporciona una sensación refrescante y revitalizante. El efecto relajante también ayuda a disminuir el estrés.

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¿Sal en los pies? Descubre sus beneficios y cómo usarla correctamente

Uff, pies hinchados, ¿quién no los ha sufrido? Yo, después de un día pateando Madrid el 15 de julio (¡35 grados!), llegué a casa con los pies como botijos. Recurrí a mi remedio casero: agua tibia con sal. Mano de santo.

La sal, ya sabes, desinflama que da gusto. Además, ese calorcito relaja muchísimo. Recuerdo que pagué 7 euros por unas sandalias ese día, y al llegar a casa, mis pies agradecían el baño relajante.

Parece una tontería, pero ese ratito de remojo me quitó hasta el dolor de cabeza. Como si el estrés se fuera por los pies, literalmente. A veces le añado unas gotas de aceite esencial de lavanda, ¡qué maravilla!

Preguntas y respuestas

¿Qué beneficios tiene el agua con sal para pies hinchados?

Desinflama, refresca, combate callosidades y hongos, exfolia y reduce el estrés.

¿Agua fría o caliente?

Tibia. El calor ayuda a relajar los músculos.

¿Cómo utilizar la sal para desinflamar?

A veces, en la quietud de la noche, pienso en cosas sencillas, remedios caseros…

  • Baños de sal: Agua tibia y sal. Nada más. Sumergir los pies cansados.

  • La sangre fluye mejor, dicen. No sé si es verdad. Solo sé que después me siento… menos pesada.

  • Antiséptico, analgésico…: Palabras grandes para algo tan simple como la sal.

¿Desinflamar? Tal vez. O quizá solo un placebo reconfortante.

Ahora, en serio. Lo hago porque me recuerda a mi abuela. Ella siempre decía que la sal “limpiaba las penas”. No sé si desinflamaba los pies, pero sí el alma.

Me acuerdo cuando me torcí el tobillo en 2017. Fue horrible. Estaba jugando al fútbol con mis primos en el pueblo. Me caí y… ¡ay! El dolor era insoportable. Mi abuela me hizo baños de sal todos los días. No sé si fue la sal, el tiempo o su amor, pero me curé.

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