¿Qué hacer ante un sangrado abundante?

0 ver

Ante una hemorragia intensa, aplica presión firme sobre la herida con un paño limpio y grueso, elevándola por encima del corazón si es posible. Acuesta a la persona lesionada para prevenir el shock y cúbrela con una manta para mantenerla caliente.

Comentarios 0 gustos

Sangrado Abundante: Actuando con Rapidez y Eficiencia

Una hemorragia intensa puede ser una situación aterradora y potencialmente mortal. La rapidez y la eficacia de la respuesta inicial son cruciales para salvar una vida. Este artículo describe los pasos a seguir ante un sangrado abundante, enfocándose en acciones prácticas y fáciles de recordar, sin recurrir a detalles médicos complejos. Recuerde que esta información es para primeros auxilios; siempre busque atención médica profesional después de haber tomado estas medidas.

Reconociendo una Hemorragia Grave:

No todas las heridas sangran profusamente. Sin embargo, ciertos signos deben alertarnos sobre la gravedad de la situación:

  • Sangrado que empapa el apósito rápidamente: Si una compresa o paño se satura de sangre en pocos segundos, es una señal de hemorragia abundante.
  • Sangre que brota en forma de chorro: Esto indica un daño arterial y requiere atención inmediata.
  • Dificultad respiratoria, mareo, palidez extrema o pérdida de consciencia: Estos son signos de shock hipovolémico, una condición grave causada por la pérdida significativa de sangre.

Actuando con Inmediación:

Ante una hemorragia abundante, actúe con calma pero con determinación:

  1. Llamada de Emergencia: Lo primero y más importante es llamar al número de emergencias de tu país (ej: 911 en Estados Unidos, 112 en Europa). Proporciona la ubicación exacta y una descripción de la situación.

  2. Control del Sangrado: La presión directa sobre la herida es fundamental. Utilice un paño limpio y grueso (idealmente, una gasa estéril si la tiene disponible). Aplique presión firme y constante directamente sobre la herida, sin levantar el paño para comprobar la cantidad de sangre. La presión debe ser suficiente para detener o, al menos, reducir significativamente el flujo sanguíneo.

  3. Elevación de la Herida: Si es posible y no causa más dolor, eleve la parte del cuerpo afectada por encima del nivel del corazón. Esto ayuda a reducir el flujo sanguíneo hacia la herida.

  4. Posición del Paciente: Acuéste a la persona lesionada boca arriba. Esta posición ayuda a prevenir el shock y facilita la circulación sanguínea al cerebro y al corazón.

  5. Mantener la Calma y el Calor: Hablarle con calma a la persona herida puede ayudar a reducir su ansiedad. Cúbrala con una manta o abrigo para mantenerla caliente y prevenir la hipotermia, una complicación potencial del shock.

  6. No Remover Objetos Incrustados: Si hay un objeto incrustado en la herida, no lo retire. Cubra el objeto con un apósito y aplique presión alrededor de él.

  7. Monitoreo Constante: Observe atentamente el estado de la persona lesionada hasta que llegue la ayuda médica profesional. Controle su respiración, pulso y nivel de consciencia.

Consideraciones Adicionales:

  • Guantes: Si dispone de guantes, úselos para protegerse de posibles enfermedades infecciosas.
  • Información Médica: Si la persona lesionada tiene alguna condición médica preexistente o toma medicamentos, infórmele al personal de emergencias.

Recuerda que la información proporcionada en este artículo es para primeros auxilios. Un sangrado abundante requiere atención médica profesional inmediata. No intentes tratar la herida por tu cuenta más allá de las medidas de primeros auxilios descritas. La vida de la persona lesionada depende de una respuesta rápida y eficiente.