¿Qué hacer en caso de ingesta de jabón?

¡Uf! ¿Ingerir jabón? ¡Qué angustia! Me acuerdo una vez, mi sobrinito, el travieso de Mateo, agarró un jabón de esos con olor a fresa… ¡y le dio un mordisco! Menos mal que era poquito, pero el susto que nos dio… En fin, si te pasa algo así, lo primero, ¡respira hondo! Trata de mantener la calma, aunque sé que es difícil, ¿verdad? A mí me tiemblan las piernas solo de pensarlo. No hagas lo que a uno le viene primero a la cabeza, tipo meter el dedo en la garganta para provocar el vómito. ¡Error! Puede ser peor el remedio que la enfermedad. Mejor dale un poco de agua, o leche si tienes a mano. Bueno, a menos que un médico te diga otra cosa, claro.

Es que… ¿te imaginas el jabón ahí, en el estómago? Agh, me da una cosa… Recuerdo que leí por ahí que algunos jabones pueden causar irritación, y otros, dependiendo de los ingredientes, pueden ser más peligrosos. No me acuerdo bien de las cifras ni de dónde lo vi, pero vamos, que mejor prevenir que curar. ¡Llama a un médico enseguida! No te quedes ahí parado pensando “¿será grave, no será grave?”. En estas cosas, cuanto antes mejor. La rapidez es clave, créeme. Como con Mateo, que por suerte no pasó nada, pero… ¡qué mal rato! Así que ya sabes, actúa rápido y no te preocupes (bueno, un poquito sí, es normal), pero sobre todo, ¡busca ayuda profesional!