¿Qué hacer si mi piscina tiene pH bajo?

¡Al rescate del pH bajo! Guía para equilibrar el agua de tu piscina

Un pH bajo en tu piscina, si bien puede parecer un detalle menor, es una señal de alarma que no debes ignorar. Un pH desequilibrado no solo afecta la efectividad de los productos químicos que utilizas para mantener el agua limpia y cristalina, sino que también puede corroer los componentes de la piscina y, lo más importante, irritar la piel y los ojos de los bañistas. Afortunadamente, corregir un pH bajo es un proceso sencillo que puedes realizar tú mismo.

¿Por qué es importante el pH de tu piscina?

El pH, que mide la acidez o alcalinidad del agua en una escala del 0 al 14, debe mantenerse en un rango ideal de 7.2 a 7.8. Un pH por debajo de 7.0 se considera ácido y puede acarrear los siguientes problemas:

• Corrosión: El agua ácida ataca los metales de la piscina, como las tuberías, los accesorios y la bomba, acortando su vida útil.
• Irritación: Un pH bajo puede causar irritación en los ojos, la piel y las membranas mucosas.
• Ineficacia de los desinfectantes: El cloro, por ejemplo, pierde su efectividad como desinfectante en un agua con pH bajo.
• Manchas: El agua ácida puede disolver minerales de las superficies de la piscina, provocando manchas.

¡Manos a la obra! Soluciones para subir el pH bajo:

La solución más común y efectiva para elevar el pH es utilizar un incrementador de pH. El ingrediente activo más común en estos productos es el carbonato de sodio o bicarbonato sódico. Puedes encontrarlo en diferentes presentaciones: polvo, líquido o granulado.

Pasos para subir el pH con un incrementador de pH:

1. Mide el pH actual: Utiliza un kit de pruebas para piscinas para determinar con precisión el nivel de pH actual. Esto te ayudará a determinar la cantidad de incrementador que necesitas.
2. Consulta las instrucciones del fabricante: Cada producto tiene sus propias instrucciones de dosificación. Es crucial seguir las instrucciones del fabricante al pie de la letra para evitar sobrepasar el nivel de pH deseado y causar otros problemas. Generalmente, se indica la cantidad de producto a utilizar por cada 10,000 litros de agua, por ejemplo.
3. Disuelve el incrementador: La forma más efectiva de aplicar el incrementador es disolverlo previamente en un balde con agua de la piscina. Esto asegura una distribución más uniforme y evita la formación de depósitos en el fondo.
4. Vierte la solución en la piscina: Distribuye la solución disuelta alrededor de la piscina, cerca de los chorros de retorno para ayudar a la mezcla.
5. Espera y verifica: Después de añadir el incrementador, es crucial esperar al menos cuatro horas para permitir que el producto se distribuya completamente y actúe. Luego, vuelve a medir el pH para verificar si ha subido al rango deseado.
6. Repite si es necesario: Si el pH aún está bajo después de la primera aplicación, repite el proceso. Es preferible añadir pequeñas cantidades en varias aplicaciones, en lugar de una gran dosis, para tener un mejor control del equilibrio del agua.

Consideraciones importantes:

• La alcalinidad total: Es fundamental medir y ajustar la alcalinidad total antes de corregir el pH. La alcalinidad total actúa como un “buffer” que estabiliza el pH. Si la alcalinidad total es baja, el pH será difícil de mantener estable.
• Pacíencia: La corrección del pH es un proceso que requiere paciencia. No te apresures a añadir grandes cantidades de incrementador, ya que un pH demasiado alto puede ser tan problemático como un pH demasiado bajo.
• Mantenimiento regular: Realiza pruebas periódicas del agua de tu piscina para detectar y corregir cualquier desequilibrio a tiempo. Esto te ayudará a mantener el agua limpia, segura y agradable para todos.

Con estos consejos, podrás mantener el pH de tu piscina en el rango ideal y disfrutar de un verano refrescante y sin preocupaciones. ¡A nadar!

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