¿Qué hacer si se ingiere soda cáustica?

¡Soda cáustica! Me da escalofríos solo de pensarlo. Recuerdo una vez, cuando era pequeña, mi abuela tenía un bote enorme debajo del fregadero. Blanquísimo, misterioso… Me daba una curiosidad terrible, pero, por suerte, mi abuela me tenía bien advertida: “¡Ni se te ocurra tocar eso, niña! ¡Es veneno!”. Y vaya si lo es. ¿Te imaginas tragártelo?

Si a alguien le pasa, ¡qué angustia! Lo primero, lo primero: ¡mantener la calma! (Aunque sé que es facilísimo decirlo, ¿verdad?). Si la persona está consciente, dale a beber agua o leche. Sí, sí, leche. Parece raro, ¿no? Pero ayuda a neutralizar el ácido. Eso sí, poca cantidad, no vayamos a ahogarla encima. Unos sorbitos, despacio.

Pero… ¡ojo! Si la persona está inconsciente, vomitando o con convulsiones, ni una gota de nada. Imagínate, con el esófago quemado… ¡Podría ser catastrófico! En estos casos, lo que toca es llamar a emergencias. ¡Inmediatamente! Cada segundo cuenta.

Es que… ¡es una emergencia de verdad! No es como cortarse un dedo. La soda cáustica puede causar quemaduras gravísimas, tanto en la boca como por dentro. He leído por ahí que puede perforar el esófago, ¡qué miedo! No sé las cifras exactas, pero creo que vi una vez que las complicaciones pueden ser muy serias. Mejor prevenir que curar, ¿no crees? Así que, ya sabes, mucho cuidado con la soda cáustica. Lejos de los niños, bien etiquetada y, por si acaso, repasa qué hacer en caso de accidente. Nunca se sabe cuándo puede pasar.