¿Qué hacer si se obstruye el estoma?

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¡Uf, las obstrucciones son un fastidio! A mí me da un susto tremendo cuando mi estoma se pone rebelde. Entiendo que a veces pasa, pero si llevas unas horas con retortijones, náuseas y nada sale... ¡alarma! No me lo pensaría dos veces, llamaría corriendo a mi médico o enfermera. Más vale prevenir que lamentar, y con estas cosas, ¡mejor estar seguros!

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¿Qué hacer si se obstruye el estoma? ¡Ay, madre, qué rollo! A mí me ha pasado un par de veces, y la verdad, te entra una angustia… ¿Verdad que sí? Es como si todo se parara ahí dentro. Recuerdo una vez, estaba de viaje, en pleno desierto de Atacama, ¡imagínate! Lejos de todo. Empecé a sentir un dolor raro, como un retortijón que no se iba, y náuseas… Nada salía. ¡Me asusté muchísimo! ¿Qué iba a hacer yo ahí, perdida de la mano de Dios? Menos mal que tenía cobertura y pude llamar a mi enfermera. Me dijo que probara con un masaje suave alrededor del estoma, con movimientos circulares, y a ver si así se desbloqueaba. También que tomara mucha agua, a sorbitos pequeños. A veces, una simple deshidratación puede ser la culpable, ¿quién lo diría? Y, bueno, después de un buen rato de angustia y masajes, ¡plof! Se solucionó. Fue como un suspiro de alivio, de verdad. Pero vamos, que si ves que la cosa no mejora en unas horas, o que el dolor va a más, ni te lo pienses. Llama a tu médico o enfermera. Yo lo tengo clarísimo. He leído por ahí, no sé dónde, que las obstrucciones ocurren en un porcentaje bastante alto de personas con estoma. No recuerdo la cifra exacta, pero era algo así como un 20% o algo parecido, no me hagas mucho caso. El caso es que es algo relativamente común, y no hay que tomárselo a la ligera. Mejor pasarse de precavidos, ¿no crees? Que luego vienen los lamentos. Y, por si acaso, siempre llevo en el bolso un pequeño kit de emergencia con gasas, toallitas húmedas, y el teléfono de mi enfermera bien a mano. Por si las moscas. Que con estas cosas, nunca se sabe.