¿Qué magnesio no debo tomar?

Tipos de magnesio que se deben evitar y alternativas tolerables

El magnesio es un mineral esencial que desempeña un papel crucial en numerosas funciones corporales. Sin embargo, existen ciertos tipos de magnesio que se deben evitar debido a su potencial de efectos adversos.

Magnesios inorgánicos:

• Óxido de magnesio: El óxido de magnesio es una forma común pero altamente inorgánica de magnesio. Su baja biodisponibilidad, aproximadamente un 4%, lo hace menos eficaz para la absorción. Además, su naturaleza alcalina puede irritar el tracto gastrointestinal, provocando malestar estomacal, náuseas y diarrea.
• Sulfato de magnesio: El sulfato de magnesio también es un magnesio inorgánico que ofrece una biodisponibilidad deficiente. Al igual que el óxido de magnesio, puede causar efectos gastrointestinales adversos, especialmente cuando se toma en dosis altas.

Alternativas tolerables:

Las sales orgánicas de magnesio ofrecen una mejor tolerancia y absorción en comparación con las formas inorgánicas. Estas alternativas incluyen:

• Citrato de magnesio: Esta es una forma muy absorbible de magnesio que es menos propensa a causar efectos secundarios gastrointestinales.
• Lactato de magnesio: El lactato de magnesio tiene una biodisponibilidad similar al citrato de magnesio y es generalmente bien tolerado.
• Malato de magnesio: El malato de magnesio es una combinación de magnesio y ácido málico, que se ha demostrado que apoya la producción de energía celular.
• L-treonato de magnesio: El L-treonato de magnesio es una forma única que se ha estudiado por sus posibles beneficios para la salud cerebral.

Consideraciones de dosificación:

Si bien las sales orgánicas de magnesio son mejor toleradas, es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada según las necesidades individuales. El exceso de magnesio puede provocar efectos secundarios como náuseas, vómitos y diarrea.

Conclusión:

Al elegir suplementos de magnesio, es esencial evitar las formas inorgánicas como el óxido y el sulfato, ya que pueden irritar el intestino. Las sales orgánicas como citrato, lactato, malato y L-treonato, son alternativas mejor toleradas que ofrecen una mayor absorción y menos efectos secundarios gastrointestinales.