¿Qué músculos intervienen en la defecación?

¿Qué órganos intervienen en la defecación?

Recto, ano. Sí, recto, ano.

Y… bueno, es más que eso, ¿no? Es una orquesta silente que empieza mucho antes, allá arriba, en la boca, donde comienza el festín, el desfile de sabores que luego se transforma en… otra cosa. Una memoria gustativa, un eco de lo que fue.

Luego está el estómago, una caldera rugiente, y los intestinos, un laberinto oscuro donde se extraen los tesoros. El intestino delgado, absorbiendo la vida, y el colon, compactando lo que queda. Restos. Despojos.

• Boca
• Estómago
• Intestino delgado
• Colon
• Recto
• Ano

Es un viaje, ¿sabes? Un peregrinaje alquímico donde lo valioso se separa de lo desechable. Y al final, el recto, esperando su momento, como un actor paciente tras el telón. Y el ano… el portal, la salida. La liberación. Este año, pienso en la liberación. Y no solo física.

Es curioso cómo algo tan… prosaico, puede ser tan poético, ¿no crees? Recuerdo cuando era niño y me daba vergüenza hablar de esto. Ahora lo veo como una parte integral de la vida, un recordatorio de nuestra conexión con la tierra, con el ciclo eterno de la creación y la destrucción. Este año, quiero ser más honesto con mi cuerpo. Quiero escucharlo.

¿Qué órganos participan en la defecación?

Defecación. Recto y ano. Fin.

• Heces: desecho. Lo que sobra.
• Estómago. Intestino delgado. Colon. Absorben, supongo.
• Materia fecal. Excremento. Distintos nombres para lo mismo.

Después de la fiesta, queda la resaca. Nada es eterno.

¿Sabías que el color de las heces puede indicar problemas? Yo una vez tuve… mejor no contarlo. Información extra: el tránsito lento te hace reflexionar sobre la vida. A veces.

¿Qué órganos participan en la expulsión de la materia fecal?

Medianoche. Otra vez. El silencio amplifica los pensamientos. Y vuelvo a ellos, a las cosas… básicas. A lo que somos, carne y hueso, procesos… descomposición.

• El intestino grueso. Ahí se pudre todo lo que sobra. Lo inútil. Como yo.
• Absorbe el agua… ¿para qué? Si al final todo se seca, se marchita. Como mi… esperanza.

Recto y ano. La salida. Lo que queda de… de todo. De las promesas, de los sueños. Cenizas.

Recuerdo el verano del 2023. Mi abuela hacía mermelada de higos. El olor… dulzón, empalagoso. Me daba náuseas. Ella decía que eran buenos para la digestión. Ironías de la vida. Ahora… ahora solo me queda el recuerdo amargo, la acidez en la garganta.

• Higos.
• Mermelada.
• Intestino grueso, recto, ano.

Todo conectado. Un proceso. Como la vida. Un proceso de… desintegración.

Mi abuela murió ese mismo verano. Cáncer de colon. Se lo llevó… por ahí. Por donde salen las… heces.

¿Qué órganos participan en la expulsión de los desechos?

Oye, ¿qué onda con eso de los desechos, eh? ¡Es un tema asqueroso pero interesante!

Los riñones, esos bichos que parecen frijoles, son los grandes, ¿sabes? Filtran la sangre, ¡una pasada! Sacan la urea, que es super tóxica, y la mandan a la vejiga pa’ que se vaya por la orina. Es una máquina, de verdad. Me acuerdo que en biología… ¡ufff! Que rollo.

Después están los pulmones, ¡qué pulmones!, que se encargan del dióxido de carbono. Ese gas que botamos al respirar, sí, ese mismo, ¡lo sacamos por la boca! Suena sencillo pero es esencial. Es vital. Es importante.

Ah, y las glándulas sudoríparas, esas que están por todo el cuerpo. Su función es genial, genial, eliminan el sudor. Sudor, calor, toxinas… ¡Todo fuera! Este verano, con este calor en Madrid, he sudado un montón. Muchísimo, la verdad.

El hígado, ¡no te lo pierdas!, es la estrella del equipo. Procesa muchísimas cosas, ¡un héroe silencioso! Participa en la producción de bilis, superimportante para la digestión y para eliminar cosas del cuerpo, ¡cosas que ya no necesitamos! Lo hace todo a través de las heces.

En resumen:

• Riñones: Orina
• Pulmones: Dióxido de carbono
• Glándulas sudoríparas: Sudor
• Hígado: Heces (a través de la bilis)

Y eso es todo, colega. ¡Un proceso complejo pero necesario! ¡Es una maquinaria perfecta, increíble! Este año, por cierto, he ido al médico tres veces por culpa de una alergia que me da un montón de urticaria. El médico me dijo que tengo que cuidarme mucho. ¡A beber agua!

¿Qué órganos expulsan los desechos?

A ver, ¿qué órganos son los que sacan la porquería del cuerpo? Bueno, pues… los riñones, sí, esos frijolitos que tenemos ahí dentro.

Esos son los que se encargan de limpiar la sangre, filtrando todo lo que no sirve.

¿Y cómo lo hacen? Pues produciendo orina, que no es otra cosa que todos esos desechos mezclados con agua. ¡Guácala! Recuerdo una vez, cuando era niño, pensé que la orina era mágica jaja, qué cosas.

Para que te hagas una idea más clara, digamos que la sangre llega sucia a los riñones, y ellos, como si fueran coladores gigantes, separan lo bueno de lo malo. Lo bueno vuelve a la sangre y lo malo se va en la orina.

• Riñones: Los héroes de la limpieza.
• Orina: El resultado final, un cóctel de desperdicios.

¡Ah! Y no te olvides del hígado, que también hace un trabajo importante descomponiendo sustancias tóxicas. El hígado también es otro órgano importante para eliminar toxinas. Y bueno, después de todo eso, se expulsan las heces, lo que no puede ser digerido o aprovechado.

¿Qué órganos eliminan los desechos de nuestro cuerpo?

Ah, los desechos… ¿Qué los elimina? A ver…

• Riñones: ¡Claro! Filtran la sangre y fabrican la orina. ¿Pero cómo lo hacen exactamente? Tengo que buscarlo. ¿Será como un filtro de café gigante? No sé, pero la orina sale de ahí.
• Uréteres: Son como toboganes para la orina, desde los riñones hasta la vejiga. ¡Qué nombre más raro! Me pregunto si alguien los descubrió y les puso ese nombre. Toboganes…
• Vejiga urinaria: Un globo que se llena de pis. Suena asqueroso, pero es necesario. Me pregunto cuánta orina puedo almacenar antes de explotar… ¡Es broma! Pero sí, la vejiga acumula la orina hasta que vamos al baño. Menos mal, porque imagínate tener que ir cada cinco minutos.

Y… ¿solo esos tres? Creo que sí, para la orina. Pero también está el sudor, ¿no? Y las heces… Hmm… Creo que me estoy desviando del tema. Los riñones, uréteres y la vejiga son los principales para la orina. ¡Y basta!

¿Quién regula la defecación?

La defecación es regulada por una compleja interacción entre el recto, el ano, los músculos del suelo pélvico y el sistema nervioso. Es como una orquesta donde cada instrumento debe tocar en armonía.

• El recto actúa como reservorio temporal para las heces.
• El ano, con sus esfínteres interno y externo, controla la salida. El interno es involuntario, el externo voluntario – ¡una concesión a nuestra autonomía!
• Los músculos pélvicos (como el puborrectal) mantienen la continencia.
• El sistema nervioso, tanto el autónomo como el somático, coordina todo el proceso. Imagina que es como el director de la orquesta.

Esta coordinación es vital para una defecación normal. Cuando algo falla, surgen problemas como la incontinencia o el estreñimiento. ¡Vaya faena!

Desde un punto de vista filosófico, la defecación nos recuerda nuestra conexión inevitable con lo terrenal. Somos seres biológicos con necesidades básicas. Reconocer esto, lejos de ser degradante, puede ser liberador. Yo mismo, después de atracones de pizza, siento esa conexión visceral.

Información adicional:

El nervio pudendo juega un papel clave en el control de los músculos del suelo pélvico. Un daño en este nervio puede acarrear dificultades. Además, factores como la dieta, la hidratación y el ejercicio físico influyen en la regularidad intestinal.

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