¿Qué no debes hacer cuando te duele el estómago?

El Dolor de Estómago: Lo que Debes Evitar para Aliviar el Malestar

El dolor de estómago, esa molesta sensación que nos paraliza y nos impide disfrutar del día, puede tener diversas causas, desde una simple indigestión hasta problemas más serios. Independientemente de la causa subyacente, existen ciertos hábitos y alimentos que debemos evitar para acelerar la recuperación y minimizar el sufrimiento. Ignorar estas recomendaciones puede prolongar el malestar e incluso empeorarlo.

Alimentos y Bebidas Prohibidos (al menos temporalmente):

La lista de “prohibidos” para un estómago dolorido es más extensa de lo que muchos piensan. No se trata simplemente de “comer ligero”, sino de identificar y eliminar aquellos elementos que irritan el tracto digestivo sensible. Por lo tanto, mientras el dolor persista, es fundamental evitar:

• Alcohol: El alcohol es un irritante gástrico potente. Deshidrata el cuerpo y puede exacerbar la inflamación, empeorando significativamente el dolor. Su consumo debe ser estrictamente evitado hasta la completa recuperación.

• Cafeína: Similar al alcohol, la cafeína estimula el sistema digestivo, pudiendo provocar acidez, reflujo y aumentar la diarrea si ya existe. El café, el té y las bebidas energéticas deben mantenerse alejados hasta que el malestar haya desaparecido.

• Lácteos: Para muchas personas, los lácteos resultan difíciles de digerir, especialmente cuando el estómago ya está irritado. La intolerancia a la lactosa puede agravar el dolor, causando hinchazón, gases y malestar general. Es mejor optar por alternativas como leches vegetales durante la recuperación.

• Exceso de Sal: El exceso de sal retiene líquidos, lo que puede aumentar la inflamación y la presión en el estómago. Opta por alimentos con bajo contenido de sodio hasta que te sientas mejor.

• Chicle: Mascar chicle incrementa la ingesta de aire, provocando gases y distensión abdominal, intensificando el malestar.

• Refrescos: Las bebidas gaseosas contienen gas que puede exacerbar el dolor, la hinchazón y los gases. Opta por agua, infusiones suaves (sin cafeína) o caldos ligeros.

• Laxantes: Utilizar laxantes sin consejo médico puede desequilibrar la flora intestinal y empeorar la situación, especialmente si el dolor se debe a una inflamación.

Más allá de la dieta: El Reposo es Clave

Además de la alimentación, el reposo físico es fundamental para la recuperación. Evita actividades extenuantes y permite que tu cuerpo se centre en la digestión y la reparación. El estrés también puede empeorar los síntomas digestivos, por lo que intenta relajarte y descansar lo suficiente.

¿Qué sí debes hacer?

Prioriza una dieta blanda y ligera. Caldos, arroz blanco, pan tostado, plátano, manzana cocida (sin piel) son excelentes opciones para nutrirte sin sobrecargar tu sistema digestivo. La hidratación es crucial; bebe abundante agua, pero evita hacerlo rápidamente para no distender el estómago.

Si el dolor persiste, es intenso o se acompaña de otros síntomas como fiebre, vómitos persistentes o sangre en las heces, consulta a un médico inmediatamente. Este artículo no reemplaza la atención médica profesional. Recuerda que la prevención y la atención temprana son claves para mantener una salud digestiva óptima.